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El entrenamiento de Cassie - 1
Fecha: 16/12/2025, Categorías: No Consentido Autor: Cory, Fuente: TodoRelatos
... la puerta y la empujó adentro. Era uno de sus cuartos de bondage. El lugar estaba iluminado con lámparas tenues. En las paredes había ganchos, cadenas, látigos colgados como exhibición, arneses de cuero negro y rojo, esposas acolchadas, una cruz de San Andrés y varios bancos de sujeción. En una repisa cercana descansaban mordazas de bola, pinzas para pezones, vibradores industriales y fustas de todo tipo. El olor a cuero dominaba el aire. En el centro del cuarto había una mesa de metal forrada en cuero negro, con correas en cada esquina. Magnus la llevó de un tirón hasta la mesa y la obligó a subirse. La acomodó boca arriba, con la cabeza colgando apenas del borde. En ese momento se abrió la puerta. Entró uno de sus hombres de confianza: Carlos, enorme y corpulento, vestido de negro. —Pasa —dijo Magnus con voz grave—. Tú te encargarás de su boca. Carlos asintió sin una palabra, avanzando hasta ponerse donde la cabeza de Cassie colgaba fuera de la mesa. Magnus miró a Cassie con deseo perverso. —Con tus manos, abre bien tu coño. Manténlo abierto para mí. Ella temblaba, los labios resecos. Sus manos subieron con torpeza para separar los labios de su sexo, exponiéndolo por completo. Magnus tomó una fusta con punta plana y la alzó. —Voy a azotarte el coño como castigo, Cassie. Y después te voy a follar el coño adolorido. Ella sollozó, moviendo la cabeza. —No, por favor, me portaré bien ahora… Él negó con la cabeza, sonriendo con ...
... frialdad. —No podrá ser, cariño. Ya me desobedeciste tres veces. No hay vuelta atrás. Te recomiendo que no sueltes tu coño mientras te azoto, porque si lo haces tu castigo será mucho peor. Ella tragó saliva y asintió con ansiedad. Magnus alzó la fusta y la bajó con fuerza. El golpe sonó húmedo, brutal. Cassie gritó desgarrada, pero no soltó los labios de su vagina. Magnus sonrió satisfecho. Le hizo una seña a Carlos. Carlos abrió su cinturón y se sacó la polla, dura y gruesa. Sujetó la cabeza de Cassie con ambas manos, colocándola justo donde la quería. Magnus habló con calma venenosa: —Abre la boca y chúpale la polla a Carlos mientras te azoto el coño, Cassie. Ahora. Cassie jadeaba, aturdida, pero abrió la boca temblando. Carlos se la metió de golpe, enterrándosela hasta la garganta. El gemido ahogado de Cassie quedó atrapado alrededor de su polla. Magnus continuó con los azotes, descargando golpes duros en su clítoris, en los labios, incluso en los dedos con que se sujetaba. Cassie gritaba, su llanto ahogado por la polla de Carlos. Cada vez que chillaba, se atragantaba más. Magnus sonreía al verla. Golpeó su entrada, haciéndola saltar de dolor. Carlos gemía también, moviendo sus caderas, follándole la boca con un ritmo áspero. Cassie se retorcía, el dolor y el placer mezclándose, sintiendo su cuerpo arder. El coño se le inflamaba más con cada golpe, palpitando. La saliva y las lágrimas le chorreaban por la cara. Finalmente Carlos gruñó con fuerza, enterrándole la ...