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El ácido come sin mirar qué
Fecha: 17/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... convulsionado, ante lo cual mi compañera decidió calmar su curiosidad. – “Disculpen, saben que sucedió?” – “Sí, en el baño de mujeres, una pareja que estaba haciendo quién sabe qué cosa, terminó quemada, aunque parece que fue leve”. – “Llamaron una ambulancia?” – “No porque los interesados dijeron que era algo sin importancia”. Mientras las chismosas seguían su camino me entró una llamada al teléfono, era de mi mujer. – “Hola querida”. – “Lautaro, he tenido un pequeño percance, estando en el baño perdí pie y caí en el inodoro así que estoy asquerosamente mojada. Saldré disimuladamente por un costado y me voy a casa. Nos vemos luego”. – “Perfecto, hasta más tarde”. En ese momento apareció Enrique con el saco sobre el brazo, la parte posterior del cuello irritada y los pelos de la nuca quemados, dando pie a la pregunta de su mujer. – “Qué te pasó?” Después de esbozar una explicación increíble, a todas luces estúpida, dijo que se iba a comprar algún ungüento y luego a la casa. Como convenía romper el silencio que oprimía pregunté. – “Patricia, querrás repetir el café?” – “Te agradezco, pero lo que necesito es un whisky. Mientras pedís al camarero voy un minuto hasta la barra”. Hice el pedido viendo que mi amiga hablaba con dos personas y luego regresaba a la mesa; al ver su cara de tristeza me puse de pie y ella se arrimó tomándome de la cintura para luego apoyar la cabeza sobre mi hombro mientras en voz baja balbuceaba. – “Qué hijos ...
... de puta, qué basuras, qué malparidos”. Luego de un instante de silencio levantó la vista para mirarme y seguir hablando. – “Tiempo atrás tenía una pequeña duda que ahora ha desaparecido, estoy segura que me equivoqué de cabo a rabo en la elección de pareja, tendría que haberte seducido, conquistado y atado hasta que fueras mío. Te amo”. Y elevándose un poco me besó, cubriendo mis labios con los suyos y retirándose luego de hacerme sentir su lengua recorriendo de comisura a comisura; el abrazo lo continuó un poco más, pegando a mi cuerpo cada milímetro del suyo. Obligado a romper el silencio al terminar nuestro abrazo le dije. – “Espero que no hayas pagado la consumición porque era invitación mía”. – “No, fui a enterarme de primera mano qué sucedió en el baño. Al principio no querían hablar pero cuando les dije quién era y que, si no me lo contaban, iba a armar un escándalo largaron todo. Los protagonistas estaban en un cubículo teniendo sexo, alguien les trancó la puerta, les tiró encima alcohol diluido del atomizador y luego toallas de papel encendidas. Parece que mi marido estaba encima de tu mujer porque se llevó la peor parte pues con su espalda la cubría. El ruido y voces no fue tanto por efecto del líquido encendido sino porque no podían salir, vos hiciste lo del baño no?” – “Sí, yo lo hice”. – “Entonces sabías que estaban enredados”. – “Sí, hace una semana los sorprendí en casa pero ellos no me vieron”. – “Y no fuiste capaz de contarme”. – ...