Una misteriosa, insólita y sorprendente familiaIII - Relatos Eróticos

Una misteriosa, insólita y sorprendente familiaIII

... tenía una frescura y unas ganas de gozar que invitaban a besarla, acariciarla, lamerla y hacerla retorcerse de placer, cosa que al final conseguimos nosotras, posiblemente mucho más que tu padre, ya que los orgasmos que tuvo, que fueron varios y realmente tremendos, fueron los que la provocamos nosotras con nuestras manos y nuestros labios, mientras Manuel nos miraba agotado pero feliz, ya que llevaba una tarde más que completa.

-Pero según tu misma explicas en tu escrito, esa situación duro cinco meses, y eso no fue cosa del momento y ni mucho menos espontanea. – se revelo Violeta no admitiendo el argumento de su madre - ¿Por qué seguisteis después?

-Bueno, tampoco es que fuese exactamente como lo doy a entender en mi confesión, porque eso es lo que es el correo que les he enviado a tus hermanos, una confesión de mis devaneos sexuales, de mis pecados, quizás una forma de expiar mi descontrolada depravación y mi carencia de decencia, cosa esta última que es la que he intentado inculcaros a vosotros. – dijo ahora sollozando Susana – Lo que ocurrió realmente con Dani fue algo que ninguno esperaba, pues tras ese alocado día, ella se dio cuenta de que realmente prefería solazarse con nosotras, y más concretamente conmigo que decía que le recordaba a ti. Realmente en grupo, con Daniela, conmigo y con tu padre solo se volvió a acostar escasamente tres o cuatro veces y no creo que llegase a gustarle. Sin embargo, con nosotras disfrutaba como una loca, pero mucho más conmigo ...

... ya que fue algo que nos sobrepasaba a las dos, pues durante esos cuatro meses lo hacíamos casi a diario y no solo una vez.

-Fueron unos meses de puta locura, que terminaron cuando Dani nos dijo que no debíamos seguir, pues según ella se estaba engañando a sí misma y también a la persona que más quería y a la que amaba y deseaba con toda su alma. – siguió explicando la madre a la hija – Me confeso que a mí también me quería, lo mismo que a su madre, pero cuando lo hacía con nosotras solo pensaba en su amadísima Violeta. Realmente fue algo maravilloso, pero Dani tenía razón, y no solo ella estaba engañando a la persona que amaba, pues tanto Daniela madre como yo también te queremos muchísimo, y nuestra desatada y desmedida sexualidad no nos dejaba ver que os estábamos jodiendo la vida a las dos.

-Mi hija nos hizo jurar que nunca te contaríamos nada. – dijo ahora también muy afectada Daniela – Ella piensa que no te merece y nos dijo que debe de pasar un tiempo para reunir el valor suficiente para contártelo ella, y entonces si tú la perdonas, jamás volverá a separarse de ti.

-¡Pero que gilipollas es! - exclamo jubilosa Violeta – Como no voy a perdonarla, pues claro que la perdonare, si ella es mi vida. Pero debo de serenarme antes de llamarla y saber muy bien como le digo que lo sé todo, pues no quisiera que se enemistara con vosotras. Y tengo que contarla que ella también deberá de perdonarme a mí. ¿Dónde está destinada ahora?

-Sigue en la provincia de Jaén, no sé si ...