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Aniversario, vacaciones, e intercambio de pareja
Fecha: 18/12/2025, Categorías: Intercambios Autor: El Cuentacuentos, Fuente: TodoRelatos
... que ya empezaban a rozar sus cuerpos mientras bailaban. No supe si aquello sería normal en “tu primera vez”, pero conforme pasaban los minutos yo me iba aclimatando, y de a poco fui perdiendo la molestia para comenzar a disfrutar del espectáculo, incluso, comenzando a tener una ligera erección mientras recorría con la mirada los cuerpos femeninos frente a mi. Cuando menos atención le estaba poniendo a mi mujer, sentí que su mano izquierda se posó sobre mi muslo derecho, y tan pronto bajé la mirada para ver cuál sería su siguiente movimiento, su mano comenzó a subir hasta tomar mi verga y comenzar a jugar con ella sin siquiera mirar lo que estaba haciendo. Mi paquete creció, y la intensidad de mi mujer también. Comenzamos a atraer las miradas de algunos invitados, que seguramente no sabían que éramos pareja, y suponían que estaba yo de suerte esa noche. El primero en tomar acción fue un tipo al que ni siquiera había visto antes, que tan pronto apareció en escena viniendo de las habitaciones del bungalow y se dirigió directamente a nosotros, sacudiendo y estirando una verga pequeña y gorda, para sacarla de su letargo mientras se acercaba. Se paró justo enfrente de mi mujer y fijó su mirada en cómo ella me masturbaba. En pocos segundos, aquella gorda verga tomó forma y tamaño ante la mirada de mi esposa, y el tipo comenzó a jalársela mientras disfrutaba del espectáculo. Las caricias que mi esposa me estaba dando se convirtieron en fuertes jalones, ...
... incluso, llegó un momento en que ella se sincronizó con el tipo, que al darse cuenta, dejó de mirar mi paquete y fijó la mirada en Laura mientras ella la tenía fija en cómo el hombre se masturbaba. En el momento en que el tipo intensificó sus movimientos y comenzó a hacer muecas, Laura se detuvo, y le hizo al tipo una señal de alto con su mano. – Sentí alivio, pues estaba seguro que faltaba poco para que el tipo terminara bañando a mi mujer, e incluso a mi, de leche – ¿Te sientes más tranquilo? Me preguntó mi mujer al oído y, por más que intenté hacerme el indignado de nueva cuenta, no pude evitar responderle que sí. Es culpa de ella, pensaba en mi interior mientras mis ojos se paseaban por todos los cuerpos femeninos a mi alrededor, ya no por simple curiosidad, sino en un escaneo buscando cuál de ellos me llamaba más para ir a manosear…Esto, es culpa de Laura. Me puse de pie con la verga completamente erecta y, aparentemente aquello significó un llamado para el sexo opuesto. Fueron dos mujeres las que dejaron el baile y enfocaron su mirada en mi paquete, haciendo muy suaves movimientos como si se dispusieran a caminar hacia mi, pero antes de que lo lograran, de algún lado salió una mano que tomó firmemente mi verga. Bajé la mirada, primero para darme cuenta que la mano era de la chica robusta, que había desistido de buscar la erección en su compañero y había aprovechado la cercanía para “ganar el momento”. Y después, para ver como mi mujer tenía nuevamente esa ...