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Nuestro comienzo en el nudismo, el sexo y los intercambios familiares
Fecha: 21/12/2025, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
Somos un matrimonio chileno, alrededor de los 40 años, mi marido 42 y yo 37, con una hija pre adolescente, que sin haberlo previsto, nos hemos visto en una situación, que quizás muchos imaginen, pero pocos habrán hecho realidad. Todo comenzó como en tantas otras familias, que tienen la costumbre de tener a su hijos pequeños durmiendo en su cama, sobre todo, porque a ellos les gusta especialmente en esas edades, y según van creciendo, se van despertando sus instintos, a veces estimulados por los papás y otras, les coge por sorpresa sin saber muy bien como reaccionar. Así sucedió en nuestro caso, con nuestra hija Lorena, cuando un día, de pronto, supongo que de forma instintiva, bajo las sábanas, le echó mano al pene de su papá, sin que yo en principio me enterara de ello, porque mi marido no me dijo nada y prefirió deleitarse con esa sensación de la pequeña mano de su hija agarrándole la polla tocándola con curiosidad, por lo que lógicamente se le puso bien dura, lo que llamó más la atención de Lorena, fascinada al sentir como iba creciendo en su mano hasta el punto de no poder abarcarla con ella. Yo entiendo que eso es algo muy especial para una niña de pocos años, que apenas empieza a descubrir el sexo, sin ser todavía muy consciente de ello, pero sus sensaciones placenteras la inducen a seguir explorando un mundo nuevo para ella. Esta situación, es lógico que excite a sus papás y produzca morbo en sus mamás cuando lo ven, llegándose a producir en muchos casos, ...
... diversos avances al ver la nena que sus papás no le dicen nada y que incluso se divierten con ella en esas experiencias o juegos que van teniendo. Cuando una noche me abracé a mi marido, me dí cuenta de que la mano de Lorena estaba agarrando su polla, por lo que me llevé una sorpresa que me dejó sin saber como reaccionar muy bien, porque no sabía si había sido mi marido el que se la había puesto ahí para darse ese gusto morboso, o había sido por iniciativa de la nena, pero de todas formas, le llamé la atención a mi marido por permitirlo: —¿Que estáis haciendo? La nena está con la mano en tu polla. ¿Se la pusiste tú ahí? —No, fue ella la que empezó a hacerlo —se intentó justificar conmigo, ante mi enojo. —De modo que tú se lo estás permitiendo, claro. —Tampoco es eso. Es que no quería reprenderla, porque no quiero que lo vea como algo malo. —¿No es malo que una niña le coja la polla a su padre? —¡Buufff! No sé… Está aquí en la cama con nosotros y… ¿qué quieres que haga? —O sea, que tú lo ves normal….. ¿Cuanto tiempo llevas dejándole que te la toque de esa forma? Mi marido dudó antes de responderme, porque no quería engañarme, pero tampoco quería que yo me enfadara más todavía: —Pues…, no sé, un año o así, pero al principio era poco, lo hacía como sin querer —mi marido quería quitarle importancia a ese hecho. —¿Cómo….? ¿Un año lleva durmiendo nuestra hija con una polla en la mano? —Cuando era más pequeña, alguna vez me la cogía y tú no decías ...