-
Nuestro comienzo en el nudismo, el sexo y los intercambios familiares
Fecha: 21/12/2025, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... aguantar y quieren también su parte, jaja. La nuestra empezó así cuando era como la tuya, por eso me he atrevido a hablarte, porque os mirábamos y me dijo mi marido que le recordabais a nosotros cuando empezamos con nuestra hija y nos preguntábamos si haríais lo mismo vosotros. —Sí, te entiendo. Como sabrás, cuando pasan esas cosas, es inevitable ir a más. En esas situaciones, las nenas se calientan mucho y ya te imaginarás como hace ponerse a su padre. —Ya me imagino, duro como una piedra. Mi marido se volvía loco y casi hasta quería follarla en esos momentos, pero yo tenía que pararle, porque era pequeña todavía para eso. —Claro, no era el momento todavía. Mientras nosotras hablábamos, nuestras hijas ya se habían hecho amigas y jugaban en el agua, no faltando tampoco quien se acercara a ellas intentando meterse en sus juegos para aprovechar a manosearlas todo lo que pudieran. —Mira, ya está uno a su lado queriendo hacerse «amigo» de ellas —le dije yo. —Sí, chica, que rabia, siempre igual, cuando las ven se vuelven locos e intentan aprovecharse lo que pueden, pero bueno, yo también lo entiendo, son hombres. —Además, fíjate como le miran ellas, seguro que ya se la está enseñando toda dura, pero no lo veo bien desde aquí. —Seguro, nosotros solemos venir a estas playas y ya me lo comentó mi hija alguna vez, que hasta las invitan a tocar y ellos aprovechan también, claro. A veces, alguno se llevó a la mía un rato, ya puedes imaginar para qué.. —Sí, ...
... para sacarse la calentura, pero bueno, en estas situaciones, es normal. Supongo que las niñas también se prestan a ello —le dije. —Claro, sobre todo las que ya están enviciadas, o ya se iniciaron en casa. —Sí, será mejor llevárnoslas ahora, antes de que se calienten demasiado, que ya tendrán tiempo —Perdona, tengo que dejarte, porque ya se nos hace tarde para ir a comer al Hotel, así que voy a llamarla para irnos. Me ha encantado hablar contigo, a ver si nos vemos otro día y seguimos charlando…. —Yo igual, ha sido un placer y una conversación muy interesante. Nos veremos en el Hotel, supongo. Esa noche en el Hotel, nos volvimos a encontrar. Ellos estaban sentados en el salón de la entrada al Hotel, su hija estaba muy guapa, con un bonito bronceado, tenía un pantalón cortito y con las piernas cruzadas resaltaban sus maravillosos muslos, que sin duda, atraían la mirada de los hombres no haciendo de menos a su mamá que también enseñaba sus muslos más gruesos y contundentes que los de su hija, y al vernos, nos invitaron a sentarnos con ellos, presentándose nuestros maridos, que no se conocían. Él se llamaba Armand y ella Brigitte, así que empezamos a hablar todos con total confianza de lo más íntimo como había hecho yo con la mujer en la playa, hasta que se hizo tarde y nos invitaron a subir a su habitación, para ofrecernos un licor de su tierra que nos dijeron que tenía poco alcohol y que podían beberlo las niñas también. Como habíamos congeniado muy bien y ...