1. Me tiré a la peluquera de mi mujer


    Fecha: 29/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Alcon, Fuente: CuentoRelatos

    ... sabía!, pero aun así me asomé con cuidado por la ventana a comprobarlo. Vi a tres ya esperando en la calle.
    
    Mientras Miranda barría del suelo su melena rizada, «la melena de su recién clareado coño» le di un beso y fui a la puerta.
    
    -¡Juan donde coño vas!, que van a saber que eras tú el que me estaba dando gusto, ¡que tarde se nos ha hecho hoy Juan! –dijo nerviosa poniéndose las bragas en su clareado chocho.
    
    -Tranquila Miranda que he pensado un plan, cuando yo salga te asomas a la ventana y les haces señas de que suban, yo esperaré dentro del portal haciéndome el dormido y subiré con ellas, cuando lleguemos nos dices que no hagamos ruido, que está tu amante durmiendo en el dormitorio. (Así lo hicimos), en el portal al abrir ella el portero automático entraron las marujas de costumbre y al verme sentado en el suelo haciéndome el dormido dijeron.
    
    -Juan podías habernos abierto
    
    -Estaba adormilado.
    
    ¡Qué bien domado te tiene tu mujer! jajaja -rieron las hienas sin saber de mi reciente cópula.
    
    Al entrar, todas hablaban bajito por el supuesto «amante», quien les dijo Miranda que estaba durmiendo.
    
    Una le dijo a mi follada peluquera.
    
    -¿Qué ruido se oía desde la calle?, ¡parecía que te estaban matando a polvos Miranda! Jajaja -todas las hienas rieron a coro.
    
    Mi mujer entró, (la había llamado desde el portal diciéndole que tenía el «primer turno» en la peluquería).
    
    Miranda comenzó a lavarle la cabeza a mi mujer, mientras está me decía con su cabeza ...
    ... inclinada hacia atrás.
    
    -Juan cada día me llamas más temprano, vaya madrugón.
    
    -Si cariño, es para que no acabes al mediodía. –respondí con sarcasmo.
    
    Mi mujer, que tiene mirada de halcón se fijó en el suelo «con detalle» y vio unos pelos negros cortos y rizados en el suelo y le pregunto a la peluquera.
    
    -¿Miranda también haces peluquería íntima? ¡Está el suelo salpicado de pelos de coño! (Miranda no barrió a fondo).
    
    -¡No!, es mío; me recorté un poquito anoche aquí porque venía mi novio y quería estar «ligera»; y creía haberlo barrido bien, lo siento -dijo Miranda sonrojada.
    
    Las otras mujeres le contaron a mi mujer los «alaridos de Miranda» por la mañana entre risas y mi mujer me miró y dijo a la concurrencia.
    
    -El novio de Miranda es igual de fogoso que mi marido era hasta hace poco ¡Verdad Juan!
    
    -Si cariño, pero tú nunca has querido mucha polla ¡Verdad Susana!, ¡Y mira que tú sabes que yo tengo una buena polla! ¡Verdad querida!, a lo mejor me has «enfriado» -dije cabreado por su descaro al hablar « de mí», a las cotorras.
    
    Mi mujer se agarró a los brazos del asiento cabreada y sonrojada, pero no dijo nada la arpía. Noté como se tocaba los dedos de la mano al coger un brazo de la asiento, «se veía en sus dedos un colgajo blanco y peguntoso», que se estiraba como miel «turbia y blanca» hacia el suelo, (yo recordé que por ahí cayó un chorro «final» de mi semen tras sacar mi polla del coño de Miranda, no hacía mucho rato.
    
    ¿Esto qué coño es Miranda? -dijo mi ...
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