1. Me tiré a la peluquera de mi mujer


    Fecha: 29/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Alcon, Fuente: CuentoRelatos

    ... esposa.
    
    Susana es un gel anti edad que hago yo misma y me he echado esta mañana ahí sentada, y que me ha dejado «las carnes», ¡como las de una adolescente!; ¡mirad!, ¡mirad! Dijo haciendo que le tocaran las mejillas.
    
    Al instante recogió Miranda mi «semen derramado» con las dos manos, lo amaso y se lo unto en las mejillas a mi mujer, las cotorras también querían probar y Miranda restregó mi leche aún blanda por sus rostros.
    
    Me despedí de todas y me fui, al cerrarme la puerta Miranda le dije al oído.
    
    -¡En cuanto se vayan todas me llamas que vuelva!, que te voy a follar como a una perra, ¡tengo el pene duro como el turrón de ver como les restregabas la corrida a todas por la cara!
    
    Ella también me dijo al oído
    
    -De acuerdo semental, lo de la leche tuya en sus rostros ha sido por la chulería de tu mujer.
    
    Tomé un café con churros, Toledo estaba tranquilo a media mañana; di un paseo por el casco antiguo y compré una jarra en un souvenir con un bonito dibujo de Toledo en color azul para Miranda, a las dos de la tarde sonó el teléfono, era Miranda, me dijo.
    
    -¡Ya estoy sola!, no tardes.
    
    Yo llevaba ya más de un mes fallándome a Miranda y ella seguía igual de removida que al principio, (yo también).
    
    Llame a mi mujer y le dije que estaba buscando trabajo y no iría a comer, Susana dijo
    
    -Hasta luego, te esperare cariño un beso.
    
    A las tres de la tarde llegué a la peluquería y al entrar la vi desnuda, se había pintado mi nombre en su pubis en letras grandes ...
    ... con rotulador “JUAN”.
    
    Me empalmé al ver su sensual detalle y la simbólica sumisión de mi nombre en sí.
    
    Miranda había preparado la comida para los dos, me desnudé y comimos desnudos, en el postre le di la jarrita diciéndole.
    
    -Esta jarra es para que cada día eches ahí la crema «anti edad» que me sobre, para las clientas.
    
    ¡Gracias Juan!, que bonita, cada día que te «ordeñe» pondremos ahí lo sobrante para la que quiera tener tu esencia en su rostro, «sé que no ha estado bien», pero me ha excitado mucho a mí también darles con tu leche en sus rostros ¡Son todas «tan criticonas»!, ¡les diré que como la preparo yo la hago en esta jarra!, (sólo faltará decirles que está «recién ordeñada» y que la preparo moviendo el «pene» dentro mi chocho).
    
    La lleve a su dormitorio y la puse en pompa, agache mi cabeza y me puse a chupar su vagina desde atrás, subiendo la lengua y lamiendo su ano, luego deslice la lengua por su espalda y al tiempo que mordía su nuca le metí el pene en el ano, el cual ya estaba abierto, comencé a follarle el culo como un animal, al tiempo que la agarraba fuerte por los hombros, mi gran pene se movía dentro de ella como la biela de una locomotora y Miranda gemía como lo haría una aparición.
    
    Fui al aseo y lavé mi pene con gel y lo sequé. Al volver senté a Miranda al filo de la cama y me puse de pie frente a ella, alce mi pene al cielo, exponiendo frente a su rostro mis testículos colganderos, ella los asió con su boca, tirando de ellos con sorbetones ...
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