1. Maduro busca amiga. La joven sentía arder su sexo, respondió al señor maduro


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... humedecido en sus labios trata de borrarlo.
    
    -Sabes una cosa... siempre fantaseo con estar con un hombre mayor, pero jamás me imaginé conocerlo de este modo, menos aún que llegáramos a esto, pero ahora quiero vivirlo, se ha producido como por arte de magia, producto de una lectura que me llegó muy hondo, que me hizo desear al hombre que buscaba una amiga. En un rapto de honestidad y deseo, me dije que yo podría ser esa amiga, por eso no demoré en escribirte, con las manos latiendo en la locura de ese orgasmo que me habías producido, estaba escribiéndote las sensaciones, buscando que me aceptaras, sentía la necesidad de ser esa mujer joven que deseabas, sentirte dentro de mí, gozar y ser gozada. No podría vivir sin sentirme tuya.
    
    Enseguida me pides: -Sácate esto, tocando la camisa que tenía puesta, -¡Hazlo tú! -ordené
    
    Comienza a desprender los botones, uno a una, lenta y perezosa tarea, abre y me besa el pecho, en gracioso y sensual gesto, lame mis pezones, gusta lamerme la piel, retribuyo la gentileza con mi mejor sonrisa. Me salgo de la cama, ella se queda expectante, desprendo del pantalón, mira el bóxer y nota lo excitado que estoy, aprecia el estado de mi erección y me regala una sonrisa de aprobación.
    
    La despojo de su camisa de seda blanca, levanta los brazos ayudando, los pechos llenan totalmente el soutién, colman su capacidad y rebasa por encima, el delicado encaje no puede con la erección de los pezones, se marcan en la tela, presionando en busca de ...
    ... libertad, ahora es turno de la falda, suelto el broche y jalo hacia abajo, se tiende de espaldas, arquea la pelvis hacia arriba, la deja escapar, deslizar por sus piernas. Estamos en igualdad de condiciones, solo las íntimas prendas para acrecentar el sentido de intimidad, regodeo la vista en la contemplación de este soberbio ejemplar de mujer, ansiosa pero calma, caliente pero mesurada, anhelante pero cauta, deseo salvaje pero pudoroso recato, pasional deseo pero morosa en la entrega.
    
    El sutil juego del cortejo entra en su etapa final, le gusta, disfruta la silenciosa admiración, nota que fijo mi atención en la bombacha de encaje negro, no era tanga pero igualmente pequeña, elogio lo bien que se luce en su graciosa figura -La compré para esta ocasión. ¡Es para ti, para que disfrutes sacándola!
    
    La miré, no hubo palabras, solo abrazamos, sentirnos, deliciosa caricia la piel de uno frotando la del otro. Nos besamos, profundo intercambio de caricias y saliva. Dejé sus labios para besar sus pechos, chupar esos pezones, solo gemía y atraía mi cabeza hacia ella, luego su mano se metió en mi bóxer, tomó el pene, lo acaricia, estudia tamaño y consistencia, aprecia la dureza. Introduzco mi mano en su bombachita, dos dedos indiscretos se introducen en su sexo para robar la humedad que mana desde lo profundo de su calentura.
    
    Seguí acariciando su intimidad, gemía, estaba en el trance de una creciente excitación, movimiento intenso y profundo, incluyendo al clítoris, se apretó contra ...
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