(5) Desorden
Fecha: 18/02/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... poco después permitió que mi lengua entrara en su boca, gimoteó levemente, salí de su boca.
- ¿No quieres besos?, sirven de muchas cosas, la boca es una zona de ternura, el beso es una manifestación de sentimientos.
- No se me había ocurrido pensarlo. Oye, algo me roza en el muslo.
- Lleva tu mano y cógelo, necesito que me excites y esa es una forma de empezar ¿Qué has sentido?
Silencio, tragó saliva y se removió, sus dedos ya se cerraban en torno al penetrador.
- Primero una sensación desagradable, desconocida, pero luego empecé a sentir calor, estaba entre lo bueno y lo malo, no entendía lo que estaba sintiendo, luego cuando pasaste la lengua por dentro, sentí gusto, pero mi mente lo rechaza.
- Estás en el camino. Pero antes de seguir una pregunta fácil ¿dormiremos juntos?
- No entiendo que quieres saber.
- Supongo que después de que el semen esté en tu vagina, dormirás a mi lado el resto de la noche.
- Yo había pensado marcharme una vez que hubieras terminado.
- Olvidas varios detalles, el principal, si después de que eyacule en tu vagina te pone en pie, el semen escapa y debe permanecer el máximo tiempo posible, es más, mientras eyaculo parte se sale debido al movimiento.
- No me habían dado detalles de todo esto.
- ¿Pero tienes libertad para hacer lo que quieras?, después de desayunar pensaba que nos diéramos una vuelta por el monte, conocernos un poco.
- Está mi hermana en espera de que me marche.
- Pues no, yo soy lento y ...
... necesito por los menos tres días con cada una, no tengo prisa y esto hay que tomárselo con mucha calma.
Silencio de nuevo.
- ¿Si lo metes me harías daño ahora?
- No lo sé, pero puedo comprobarlo, voy a meter dos dedos en la vagina, no te muevas, no te dolerá, chupa los dedos.
Esto era una artimaña, pensaba que hiciera lo mismo con el penetrador antes de entrar. Chupó los dedos y yo insistí para que los chupara más, y luego los llevé a su vulva.
El anillo vaginal no opuso resistencia, estaba seca pero lo vi lógico, los nervios impiden todo en el sexo, así que los mantuve dentro y luego los humedecí yo y volví adentro, ella no se movió ni dijo nada. Era el momento.
- Ahora vas a mojar el penetrador y vamos hacer la misma prueba, piensa que hay que mojar las paredes de toda la vagina y los dedos no llegan al fondo.
Me fui incorporando despacio, y quedé boca arriba, con mi brazo hice que su cabeza quedara cerca del penetrador, pensaba en unas chupaditas y luego que ella misma se lo metiera, le quitaba el trago de volver a ver su marido encima de ella.
Lo cogió con su mano, estaba al setenta por ciento, y se lo metió en la boca con cierta reserva, pero yo hice que entrara más, luego la solté y ella no se resistió, quería que terminara de crecer en su boca.
- Es necesario que alcance toda su longitud, si no, no llegará al fondo, procura que entre del todo.
Y obediente el penetrador alcanzó su medida.
- Ahora ponte encima de mí, procurando que el ...