Números Primos I - Cony 1
Fecha: 03/03/2019,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... especializada al sur de la ciudad. Por otra parte, el estipendio mensual del joven es de algo más de tres mil dólares... en efectivo.
- No, lo siento, es demasiada responsabilidad para mí.
La tensión podía cortarse en el aire
- ... Puedo ofrecerle un incentivo de cincuenta mil dólares, libres de impuesto... es la mitad de mi comisión -dijo derrotado-
Cony supuso que, en realidad, no sería más de un cuarto, pero no quiso seguir presionando.
- Está bien -dijo- haga los preparativos.
El abogado simplemente se asomó fuera e hizo una señal.
- El tiempo apremia -dijo escuetamente-
Entraron en el lugar tres personas más. Uno de ellos portando una maleta y una especie de gran saco de dormir, otro que procedió a revisar el lugar y preguntar algunas cosas hasta quedar conforme y un muchacho alto y delgado... daba la impresión de que si lo golpeaban podría quebrarse. El primer tipo siguió trayendo algunas cosas, y lo último que hizo fue entregarle un laptop al muchacho, quien lo abrió, esperó que la pantalla se pusiera blanca e hizo una señal afirmativa.
- Cierto -le dijo el abogado en voz baja-... tiene cierta fijación con su computador: puede estar horas “tecleando” frente a esa pantalla en blanco... no intente quitárselo, podría ponerse violento
Cony puso cara de resignada, pero, aparte de la posibilidad de obtener ese dinero, hubo otra cosa que la motivó a firmar: si el muchacho era tan independiente como le decía podría encajarle el cuidado de su ...
... hija, ¡y gratis!... seguro que entre fenómenos se entenderían.
La persona que revisó todo resultó ser un oficial judicial, quien, constatando que se cumplieran las condiciones mínimas requeridas, procedió a dar por válida la firma, indicando los trámites posteriores necesarios. Actuó también como ministro de fé para el improvisado contrato verbal entre Cony y el abogado, cobró sus “honorarios” por aquella visita a terreno y se largó feliz de la vida.
Acompañó al abogado a su hotel a firmar algunos papeles. Cuando recibió una llamada de su esposo con la información del trabajo de esa noche le explicó someramente el porqué no podía atender y que ya hablarían mañana.
Firmó... uuuf, ¡vaya que firmó! Tres veces, por ambas caras, arriba y abajo de la hoja firmó.
Quizás fue la adrenalina, o la excitación de aprovecharse de una oportunidad única, pero Cony comenzaba a sentir deseos de sexo. Quería algo rápido y caliente... una explosión de placer lo más intensa que pudiera... lo quería ahora... lo quería en ese instante.
Miró hacia Alexander y se encontró con un tipo joven, de menos de 30 años, bien vestido -sin caer en la ostentación- y suficientemente atractivo... el típico abogado estadounidense con deseos de arrasar en el mundo legal... decidió empezar al asalto sin demora.
Botó un lápiz y se inclinó lascivamente a recogerlo, mostrando su bien formado culo a menos de un metro del abogado, mirándolo coquetamente mientras se volvía a erguir. La mirada de Alexander fue ...