1. La vecina madura de mi abuela


    Fecha: 06/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Sconvix, Fuente: CuentoRelatos

    ... principio sus dedos buscaban mi miembro. Una vez hallado la planta de su pie se apoyó sobre él y comenzó a masajearlo con gran profesionalidad. Los pantalones que utilizo para dormir son extremadamente finos con objeto de combatir el calor nocturno (que no es poco), con algún botón que otro a modo de "bragueta". Pues bien, mi miembro no tardó en abrirse paso y salir a la luz, bajo la mesa claro está. Su pie parecía casi una mano, me lo acariciaba fina y exquisitamente, tanto que casi no podía ocultar mi rostro de placer delante de mi abuela. Cuando mi excitación iba en aumento ella logró separar tanto los dedos pulgar e índice de su pie que el grosor de mi miembro casi entraba en aquella oquedad improvisada. Con esa postura ella continuó masturbando mi miembro una vez más. No hubo tiempo para que eyaculase pues mi abuela se irguió en su silla y a ella no le quedó más remedio que apartar el pie.
    
    Por suerte o por desgracia no la vi en lo que restaba de día. Durante el siguiente me encontraba observando las numerosas maquetas de coches y barcos (mi abuelo había sido marinero en sus tiempos mozos) que llenaban estanterías enteras. Sin embargo mi mente viajaba una y otra vez a aquellos momentos en los que ella me tocaba, con la mano o con el pie, igualmente deliciosos, y me ruborizaba enormemente.
    
    Mi plan había quedado apartado, pero intenté aprovechar el tiempo perdido, pasando más tiempo con mi abuela y haciéndole los mimos oportunos. Al día siguiente (jueves ya) tampoco ...
    ... vi a aquella dama, lo cual representó una ventaja pues mi plan seguía en marcha.
    
    Por fin llegó el viernes y con él mi pasión por aquella mujer de unos cuarenta y dos años aumentó hasta límites insospechados. Ello derivó de un nuevo encuentro, esta vez en la piscina. Yo me encontraba inmerso en la misma mientras mi abuela tomaba algo en su hamaca en una mañana de lo más calurosa. La puerta sonó y la criada acudió a la misma. Pocos segundos después vi aparecer a aquella mujer vistiendo un bañador negro de pieza única, unas gafas también negras y una pamela a juego. Ah, también llevaba un fino pañuelo de vivos colores, pero sin importancia.
    
    Se sentó junto a mi abuela y tomó algo mientras yo me hacía un poco el "distraído" dando vueltas por la piscina, buscando la mejor excusa para evadirme, pero sin querer hacerlo. Sumergido en mis pensamientos y en el agua vi que ella se decidía a entrar a la piscina por la escalera de aluminio de la parte menos profunda (opuesta a mi posición). Con cortas brazadas fue avanzando hacia el centro mientras animaba a mi abuela para que se bañase ella también, que hacía mucho calor. Tras insistirle un poco mi abuela terminó por acceder diciendo: "Bueno, voy al baño un momento, me cambio y vuelvo para bañarme con vosotros. Esperadme".
    
    Yo me acerqué a lady-morbo para hablarle cara a cara acerca de lo acontecido los días anteriores. Durante la discusión, corta por cierto, no me quedó más remedio que confesarle que me había gustado. Mis razones ...
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