Papito (II) by Francesca Duval
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... subiéndose los calzones, y me dice que al fondo había gente, y que parecía que estaban peleando ó jugando á algo, porque ella los había escuchado. Dejamos el canasto oculto tras unos arbustos, y entramos por la senda, mi hermana me tomó de la mano, y así nos fuimos adentrando como unos 20 metros, hasta que escuchamos las voces y unos jadeos, nos agachamos, y fuimos acercándonos despacito, hasta quedar debajo de un arbolito achaparrado, entre las sombras y la penumbra, vimos los cuerpos de dos personas que se movían violentamente, nos tendimos en el piso, y contra la luz de las farolas de la calle, que se filtraban entre los arboles, vimos que él estaba hincado, con los pantalones bajados hasta las rodillas y sus nalgas blancas y relucientes se notaban bien, delante de él, en cuatro patas, estaba una mujer gorda, con el vestido subido sobre su espalda y con los calzones en una sola pierna y a la altura de su tobillo, el hombre la tenia agarrada por la cadera y se movía como empujando con mucha fuerza, y la mujer le seguía en el movimiento pujando y gimiendo.
Los dos jadeaban, y ella le decía que lo haga más fuerte, con nuestra vista ya acostumbrada a la semi penumbra, vimos como el hombre sacaba un gigantesco miembro de entre las nalgas de la mujer, y se separaba, parándose frente a ella, agarrando su duro miembro con ambas manos. La mujer se sentó en el suelo, y luego hincándose, tomó el miembro del hombre con su mano, y se lo llevó a la boca, y se lo comenzó a tragar, ...
... luego lo sacaba y lo volvía a meter bien adentro de su boca. No escuchábamos bien lo que decían, pero no hacia falta, veíamos todo lo que estaban haciendo, al rato los dos se separaron, y se arreglaron las ropas, y la mujer salió por la senda, por la que habíamos entrado nosotros, y el hombre saltó una barda que había al fondo, y desapareció. Con mi hermanita estuvimos un rato más quietos, mientras nuestros corazones se tranquilizaban, y luego nos levantamos, y nos fuimos a la casa. Por el camino mi hermanita me preguntó, que fue eso que habíamos visto, yo le contesté que no sabía bien, pero que creía que era coger, que había escuchado entre mis amigos en la Escuela, que eso es lo que hacen los hombres con las mujeres, ella se quedó pensando y no me preguntó más.
Esa noche, cuando escuché que en casa ya no había ningún ruido, porque todos dormían desperté a mi hermanita, y le di de comer unos dulces que había comprado para ella, en la tarde, después que terminó de comer, me abrazó y como estabamos acostumbrados, comenzamos a hablar en susurros, para no ser escuchados, y mi hermanita me dijo al oído que seguía pensando en lo que habíamos visto, le dije que se duerma, y que no se preocupe de nada, sin embargo yo estuve mucho rato sin poder dormir pensando en lo que habíamos visto.
Como mi hermanita era muy chica para ir a la Escuela, se quedaba por las mañanas en la casa, ayudando a mi madrastra a cocinar y a atender a los más chicos, mientras yo estudiaba. Como a la semana, ...