Papito (II) by Francesca Duval
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... del mundo.
Los siguientes días, vi poco á mi hermanita, ya que salíamos muy temprano con mi tío, a trabajar por las Haciendas y Granjas de la zona, y solo el día domingo se descansaba. Después del desayuno dominical, tía nos llevó a misa, y luego nos dejó ir con otros niños y niñas, amigas de mis primas a jugar, encargándonos de regresar para la hora del almuerzo. Jugamos con los otros niños, a los juegos propios de los niños del campo, por un rato, y luego mi prima mayor nos llevó a pasear por el pueblo, y terminamos cerca del arroyo, donde había otros niños que estaban pescando, con mi hermanita nos separamos un poco, y le pregunté si estaba bien y me dijo que si, que le gustaba su nueva tía, y que sus primas eran muy buenas con ella, me abrazó y me dio un beso en la boca, y me dijo que me extrañaba mucho, le dije que teníamos que tener cuidado, hasta que nos acostumbremos a la nueva casa, y que cuando tuviéramos la oportunidad estaríamos de nuevo juntos, me dijo que si, pero que extrañaba el chupar mi penecito, y que su chuchita le ardía por las noches, porque extrañaba que se la meta, le dije que vería la forma de estar a solas con ella, para hacer eso que tanto nos gustaba. Nuestras primas nos llamaron, y nos fuimos a la casa á almorzar.
Fue el mejor almuerzo, desde que tengo memoria, hasta ese momento, y todo eran risas de mi tía y mis primas, mi hermanita y yo, que no estabamos acostumbrados a esto, lo vivíamos intensamente, después del almuerzo los mayores se ...
... fueron a dormir la siesta, y mis primas armaron dos cañas de pescar, para mi hermana y para mi, y nos fuimos a pescar al arroyo, ese día no tuvimos oportunidad de estar a solas con mi hermanita, más que un rato, en el que la besé apasionadamente, y le toqué su chuchita por sobre su calzón, y logré meterle un poco de mi dedo en su húmeda vaginita, apartando a un lado el elástico de su entrepierna, ella solo pudo agarrar mi pene por sobre mi pantalón corto, y apretármela suavemente, cuando sentimos que se acercaban nuestras primas. Con lo que pescamos esa tarde, la tía nos preparó una cena deliciosa, casi tan buena como el almuerzo. Por la noche después de la cena, salimos a jugar al patio delantero con mis primas, mientras los más grandes se sentaban en el alero de la casa a fumar ya charlar, al rato mi abuelo y mi tío se levantaron, y se fueron al pueblo, y mi tía se entró a la casa, y con mis primas decidimos jugar a las escondidas. La primera vez me tocó á mi buscar y fácilmente las encontré, luego le tocó a la más pequeña, y corrimos a ocultarnos. Con mi hermanita corrimos y nos ocultamos, tras una pileta de madera grande, donde los animales tomaban agua, y que quedaba á un costado de la casa, mi hermana se puso de rodillas en el piso, agarrándose al borde de la pileta, y yo me hinqué atrás de ella.
Como estaba bien oscuro era muy difícil que alguien nos viera, y mi hermanita estaría atenta por si alguien venía, le subí su vestido y le bajé sus calzones hasta casi las ...