Papito (II) by Francesca Duval
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ninguna novedad. Llegamos a la frontera al comenzar la mañana, después de comer algo recorrimos las calles del pequeño pueblo, y buscamos un lugar alejado del poblado y cerca á la frontera, para que me esperaran en él. Solo á ultima hora de la tarde, logré reunir toda la información que necesitábamos para continuar viaje, preguntando a varias personas y leyendo folletos en unas oficinas cerca al retén fronterizo, luego me dirigí al lugar donde me esperaban las chicas, les conté todo lo que había averiguado, y luego de comer, les ayudé a terminar el refugio, que habían levantado entre las dos, con hojas largas de unas palmeras, oculto entre unos árboles.
Acomodamos hojas bajo una manta, para hacer como una cama dentro del refugio, y cuando llegó la noche, y ya no se veía nada, nos metimos en el refugio, donde solo cabíamos los tres y nuestras cosa, yo me acosté al medio de las dos. Mi prima estaba muy cansada, y se durmió casi al instante, que nos acomodamos. Con mi hermana estuvimos conversando un rato, y luego le hice el amor, vestidos como estabamos, solo aparté a un lado su calzón, por la entrepierna, y saqué por la bragueta de mi pantalón, mi pene ya erecto, y subiéndome sobre ella, se la metí y lo hicimos suavemente, hasta que terminamos los dos casi juntos. Cerca de las dos de la mañana, unos ruidos me despertaron, y como ya había salido la luna, distinguí la silueta de unos perros, que estaban robándose nuestra provisiones, me levanté y con un palo los alejé, y ...
... logré rescatar nuestras cosas. Con el bullicio mi prima se despertó, y esperó que termine de arreglar todo lo que los perros habían destrozado, y luego cuando me acosté de nuevo, al medio de las dos, me abrazó y me dijo que tenía miedo. La tranquilicé y nos besamos, y luego como lo hice con mi hermana, me subí arriba de ella y haciendo a un lado la entrepierna de su calzón, la penetré, mientras mi hermana, que también estaba despierta, me acariciaba la espalda. Hicimos el amor, suavemente, hasta que ella terminó. Me bajé del cuerpo de mi prima, y luego me subí sobre mi hermana, y le volví á enterrar mi erecto pene en su mojada vagina, hasta que terminé dentro de ella. Más tarde los tres abrasados nos dormimos, hasta que mi hermana nos despertó, cuando aun no había amanecido. Nos preparamos y salimos hacía la frontera, por un sendero en el bosque.
Cruzamos la frontera a unos dos kilómetros del pueblo, y caminamos durante todo el día por un sendero muy trillado, siguiendo las indicaciones que un día antes me habían explicado, solo descansando cada dos horas más ó menos. Siguiendo una senda que corría paralela, a la carretera principal, nos guiábamos por el sonido de los motores de los automotores que circulaban por ella. Solo dos veces nos tuvimos que ocultar en el monte, para que no nos vean unas personas que venían por la senda. Esa noche la pasamos también en el monte. Por la tarde del día siguiente, llegamos a un pueblo bastante grande, donde comimos nuestra primera comida ...