Mi tía me sedujo II
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... nalgada. “¿Te gusta zorra?” le decía “¿Te gusta que tu propio sobrino te haya desvirgado el culo?” “Eres una puta, una pendeja calientavergas”.
Ella solo gemía y gritaba de placer. “Si puto, cógeme por el culo.” “Que rico se siente amor, dame más fuerte” “Este culo va a estar así siempre que quieras”. Sólo soporté unos 5 minutos más entre ritmos lentos y rápidos. Le avisé que me venía y escuché un determinante “Lléname las entrañas con tu leche, hijo de tu puta madre.”
Exploté dentro de su orto, pero no disminuí la cogida. Aunque un hombre se venga, puede seguir unos instantes más antes de perder la erección. Y aproveché esos instantes, pues sentía cercano su orgasmo. Y al soltarle una última, pero fuerte nalgada se separó de mi y volvió a ocurrirle lo de la noche anterior. Se colocó en posición fetal y se convulsionó levemente. Yo solo la observaba con lujuria. En aquella posición podía ver perfectamente su vulva y su culo.
Una oleada de ternura perversa me cruzó el cuerpo y me recosté a su lado, abrazándola. Acariciaba su espalda mientras se recuperaba y le susurré, de la manera más tierna que me fue posible, un “gracias”. Al poco rato ella se recuperó, se volteó hacia mí y me besó. Se acurrucó sobre mi pecho y permanecimos abrazados un buen rato. El silencio, sólo roto por nuestras respiraciones agitadas, se terminó cuando hablamos.
—¿Te gustó tía? – le pregunté por fin
—Mario, me puedes coger por el culo siempre que quieras. – dijo – He tenido un orgasmo ...
... tremendo. Jamás imaginé que fuera tan delicioso. Mi culo es tuyo pendejo. Todo tuyo.
—Y vaya que tienes un culo, cabrona – respondí satisfecho – pero ahora si estoy algo cansado
—Yo también – convino conmigo – Después de tanto tiempo de no coger, necesito acostumbrarme a tu brío. Espero esto sea sólo el comienzo…
—Uy tía, la promesa de poderme coger a una vieja tan buena como tú cuando yo quiera, es demasiado buena para desaprovecharla – respondí – Te voy a dar verga hasta que te hartes, puta
—Eso espero amor, eso espero – dijo y añadió incorporándose un poco – Pero tenemos que tener cuidado que mi marido ni tu primo se enteren de esto. Debemos de ser muy cuidadosos. ¿Está claro?
—Mis huevos pendeja, yo te voy a coger cada vez que se me venga en gana – le dije pícaramente, pero al notar su dura y seria mirada añadí – Si, tendré cuidado.
Sonrió y me besó lentamente. Tomé uno de sus pechos en mis manos y lo amasé fuerte. Soltó un suspiro combinado con un gemido y se recostó nuevamente en mi pecho. Yo seguí acariciando su pecho suavemente y no noté cuando me quedé dormido.
La semana fue una jodienda en extremo abrumadora. Al no haber tenido oportunidad de coger durante un par de meses, estaba peor que un burro en primavera. Mi tía agradeció la ración diaria de 2 o 3 cogidas.
Pero, por desgracia, la semana terminó y, tanto ella, como yo, no sabíamos que hacer. Fuera del sexo (que era riquísimo), también era mi tía. Una mujer impactante en todos los sentidos. ...