Mi tía me sedujo II
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... Ante la vida y las demás personas era muy tierna, dulce y siempre ponía buena cara al mal tiempo. Pero, cuando estaba en la cama, se transformaba en un ser completamente diferente. Era una loca incorregible, perversa y sumamente malhablada.
Quizá esa “unión de dulce y sal” fue lo que me conquistó. Y fue el sábado en la noche, cuando después de una rica, pero breve sesión anal, hablamos de que pasaría después de que volviéramos a nuestras “rutinas de vida”.
—Ya mañana regresa tu tío y tu primo – me dijo mientras acariciaba mi flácido miembro. Estaba recostada en mi regazo y su respiración, antes agitada, se comenzaba a normalizar. - ¿Qué crees que deberíamos hacer Mario?
—No sé cómo le vamos a hacer, pero yo quiero seguir cogiendo contigo – dije con seguridad
—Creo que va a estar difícil mi amor – respondió con sinceridad y melancolía en la voz – pero antes déjame hacerte una pregunta… ¿Qué es lo que sientes por mi?
Aquella pregunta me tomó por sorpresa. Era la clásica pregunta de mujer con trampa y, lo peor era que, si respondía erróneamente, la fantasía hecha realidad, se esfumaría. ¿Cuál sería la respuesta que ella esperaba? Al no saber que responder, mi mejor opción era la honestidad… y que pasara lo que Dios quisiera.
Inmediatamente acudieron a mi mente recuerdos de mi tía y míos. Aquel juguete costoso cuando era pequeño. Las noches en que me ayudaba con las tareas. Las salidas familiares y las alegres charlas. Su apoyo a todos cuando mi abuelo murió. ...
... La deliciosa lasagna en navidad (platillo suyo por excelencia) y la ayuda que siempre me brindó. La sencillez y practicidad que la caracterizaba. Su buen humor que pocas veces decaía. Su sonrisa, siempre amable y aquella voz eternamente dulce. Sus ojos color miel y sus bellas mejillas sonrosadas sin necesidad de maquillaje. Y me di cuenta de que, fuera del contexto sexual, aquella mujer me había cautivado como pocas. Sentía un amor muy difícil de explicar, pero era profundo. Era una combinación muy extraña entre lo carnal y lo filial. Es difícil decir lo que sentía.
—Aún es confuso para mí tía – dije después de un rato de meditarlo. Ella se incorporó y me miró a los ojos. En ese momento de desarmé. – Fuera de que el sexo, que es… puta, increíble… hay algo más. Te amo… Te amo tía. Te amo como mi familia. Te amo como mujer.
No sé si era la respuesta que esperaba, pero de inmediato me plantó un beso. Sentí su lengua buscar la mía lentamente y simplemente correspondí. Fue un beso en extremo tierno, pero también cachondísimo a la vez. Instintivamente, la abracé y la atraje hacia mí.
Nuestra piel desnuda se rozaba, y cambiaba la temperatura del ambiente. Ese beso duró más de lo adecuado y sentía como mi virilidad comenzaba a despertar, a pesar de que instantes antes, había inundado sus entrañas con mi semilla. Sus manos acariciaban todo mi pecho mientras yo cubría su espalda con el mismo tratamiento.
Me incorporé y la coloqué suavemente debajo de mí. La miré a los ojos ...