Mi tía me sedujo II
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... mientras acariciaba tiernamente uno de sus pechos con una mano, mientras que la otra mano se mantenía firme en su nuca. Ella me mantuvo la mirada y busqué penetrarla.
Entré firme y fácilmente. Ella suspiró de placer mientras la taladraba lentamente. De alguna manera, sus ojos eran como imanes a los míos y, aunque mis manos y mi cuerpo hacían lo que debían hacer, nuestras pupilas nunca perdieron el contacto. Todo transcurrió en susurros y un silencio casi reverencial, sólo roto por los sonidos que generaban nuestros cuerpos. Aquello fue una verdadera experiencia religiosa y no lo que predican en las iglesias.
Nos consumimos, nos amamos, nos desvivimos el uno por el otro durante media hora. Al terminar dentro de ella, caímos suavemente en su cama y dormimos.
Nos despertó el sonido de la puerta de su departamento al abrirse. ¡Oh por Dios! ¡Alguien había llegado! Reparé en el reloj del buró al lado mío y el alma se me vino a los pies. Once de la mañana del domingo. No podía ser que alguien hubiera llegado a esa hora. Lo más seguro era que fuera mi tío.
Había que actuar con prontitud. Inmediatamente me paré, tomé mi ropa y me metí al baño y abrí la regadera. De esa manera mi tía podría alegar que se estaba bañando y ella podría esconderse conmigo. Pero cuando pensé bien las cosas, caí en cuenta de mi error.
Si efectivamente mi tío estaba en la casa, nada le impedía entrar al baño con mi tía ahí. Seríamos descubiertos. Aún así, no se me ocurría otra cosa mejor que ...
... hacer. Mi tía estaba pálida, desnuda y paralizada a medio levantar en la cama, escuchando…
—¡Mamá! Ya llegué – se escuchó la voz inequívoca de mi primo - ¿Hay alguien?
—¡Joaquín! ¿Cómo te fue mi amor? ¿Todo bien? Perdona, me agarraste bañándome, hijo – dijo mi tía rápidamente mientras corría a mi lado y cerraba la puerta del baño tras de sí.
—Si mamá todo bien, aunque estoy cansado. Yo también me voy a bañar. – dijo mi primo e inmediatamente se escuchó la puerta de su cuarto abrirse. Momentos después, se escuchó la puerta del otro baño y la regadera abrirse.
Los dos soltamos un suspiro contenido. De inmediato me vestí con el mayor sigilo que pude, mientras que mi tía abría la regadera y se metía a bañar. Con una preocupación visible en el rostro, me corrió de su casa.
Pasaron alrededor de dos meses sin que pudiera estar o si quiera hablar con mi tía. Al final de ese día, mi tío regreso y no pude pasarme por su departamento. Los días siguientes ella me evitaba y, aunque le marcaba al celular o le mandaba mensajes, nunca obtuve respuesta. Estaba confundido, pero seguro de mis sentimientos hacia ella. Pero… ¿qué sentía ella hacia mi? ¿me correspondía o sólo quería tener sexo?
Mi mente era un mar de confusión. Hasta que un día, se me presentó la oportunidad perfecta para hablar con ella. Mi abuelo murió hace algún tiempo ya, pero cada año vamos a misa en su honor. Es una bonita tradición mexicana… Y gran parte de la familia se reúne. Después todos vamos a casa de ...