Nuestra amiga argentina se folla a otro amigo de su ex y más
Fecha: 11/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos
... que Alejo, no sabía si yo me iba a dejar coger por los dos, es más creo que jamás pensó que me iba a dejar coger por los dos (porque seguro, que iba a intentar hacer eso, a ver una pendeja como yo que va a la casa donde hay dos chicos es para dejarse coger por los dos, ¿o no?, si no le hubiera dicho que no, que íbamos a un telo, y nada más).
Pero cuando lo veo al primo, nada, tendría 19 años, un bebé, hermoso, rubiecito, también con el lomito marcado (por lo que me di cuenta), pocos pelitos, bah, esos pendejitos, que me ponen re loca jeje.
Bueno la cosa es que nos sentamos a tomar algo, hablamos mil boludeces (yo la verdad, y con el calor que hacía, estaba bastante, digamos en bolas, con una pollerita bastante cortita, una remera, y no me había puesto corpiño, eso no lo había contado, digo lo del corpiño, pero como tengo pocas tetas, a veces ni se dan cuenta jaja).
Así sentada, como nos pasa a todas, las polleritas, más como la que tenía puesta, que no son de esas amplias, si no muy ajustadas, estaba casi en bolas, mostrando todas mis piernas (que se que gustan y por eso lo hago jeje).
La verdad es que estoy re contra zarpada y ya me estaba embolando de hablar tantas boludeces y me di cuenta que Alejo no sabía ¡cómo empezar!
En un momento el primo se levanta, va a la cocina a buscar, no se que, y yo le parto la boca a Alejo (en realidad, no soy de hacer esas cosas, espero que la boca me la partan a mi, pero ya me estaba embolando).
Nos besamos, yo tenía ...
... las piernas cruzadas (si no se me veía hasta la bombacha), pero dejo de cruzar mis piernas, nos seguimos partiendo la boca (me regalo de nuevo, ¡pero mal!), dejo mis piernas abiertas (si Alejo no me las tocaba era un ¡boludo!), pero no, me empieza a meter las manos en mis entrepiernas (que como siempre digo es mi parte más débil), hasta que me prueba, llega hasta mi conchita (le costó tiempo porque me di cuenta que no se animaba, porque estaba su primo y seguro que no sabía cómo podía yo reaccionar).
Le dejo que siga subiendo sus manos, hasta que llega a mi conchita (sobre la bombachita que tenia puesta).
Yo como siempre hago, con mis gemidos y empezándole a poner mi mano en su pija (sobre el pantalón) le demostraba que me gustaba lo que me estaba haciendo.
Así, estuvimos un rato, hasta que se anima y me mete la mano por debajo de la bombacha, me toca, me empieza a acariciar la conchita, lo dejo, yo le empiezo a desabrochar el pantalón (me daba cuenta que el pendejo del primito seguía en la cocina ¡sin saber que hacer!)
Dejo que me meta bien la mano, los dedos en mi conchita, hasta que me la empieza a bajar, lo dejo, me gustaba lo que me hacía sentir PERO QUERÍA QUE APARECIERA EL PRIMITO, ¡ESE PENDEJO HERMOSO!
Bueno, ya se acomoda, y me la empieza a chupar, yo me levanto bien la pollerita, para que lo haga ¡sin problema!, hasta que EL HERMOSO PENDEJO DEL PRIMITO, se ve que no daba más y aparece, y yo como una buena trolita (que me gusta serlo), le digo algo así: ...