1. Vacaciones originales


    Fecha: 17/08/2017, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... hierro. Nos saludan educadamente, se felicitan porque viajen turistas en su tren, alaban el paisaje desértico en un francés elemental y sin mayores ganas de establecer una charla los cuatro se sientan a comer en la mesa más apartada.
    
    Marchamos a los departamentos —en el bar hay hielo, así que vamos con ganas de ir acabando nuestras botellas de ginebra holandesa— nos interesamos por Nabil, quien sigue dolorido, quiere fumarse un porro para después dormir toda la tarde, y cada oveja con su pareja hasta la hora de cenar.
    
    Quiero hablar con mi mujer mientras compartimos un cigarrillo de hachís.
    
    —Chusa, espero que no lo tomes muy a mal, pero ni pude ni quise evitar lo de ayer con Luisa
    
    —¿Te gustó?
    
    —Sí, me excité mucho
    
    —¿Qué es lo que te puso más cachondo?
    
    —Manejarle a mi antojo, insultarle, metérsela en el culo sin poner cuidado alguno, me gustó que se dejara tan al completo, que se mostrara tan perra, tan salida. No sé, no es lo mismo que follar contigo, a ti te quiero, me preocupo por tu placer, por no hacer nada que pueda molestarte o cortarte el rollo
    
    Me besa en la boca, con ganas, de manera guarra, excitada. Se ríe.
    
    —Maricón, te gusta darle por el culo a las mujeres. Te voy a castigar, sólo vas a follarme en el coño, tu polla no va a visitar ni mi boca ni mi culo hasta que yo quiera
    
    Ponemos un colchón en el suelo para podernos mover sin darnos golpes con la cama de arriba de la litera, me tumbo boca arriba y Chusa se sube, agarra mi tranca, ...
    ... pasea el glande por su ya mojado coño, lo restriega arriba y abajo varias veces y se lo introduce rápidamente, bien dentro, dejándose caer sobre mi pubis, enterrando mi polla lo más dentro posible. Apenas unos segundos dura quieta, poco a poco va moviendo las caderas algo más rápido, deteniéndose de repente para recrearse en la jugada, riéndose, respirando de manera acelerada, pidiéndome que me ocupe de sus tetas. Está excitada y juguetona.
    
    La puerta de la cabina está abierta de par en par y la pareja de chinos que vimos en el comedor nos está observando con total naturalidad, o casi, porque el tipo tiene bajados los pantalones hasta las rodillas y la mujer le está meneando la polla al mismo ritmo que mi mujer y yo mantenemos en la follada. Dicen que los chinos no la tienen muy grande, joder, el que nos mira tiene una polla que parece de película porno, muy oscura, mínimamente curvada hacia arriba. Hombre y mujer tienen una expresión de complacencia, una mueca en la cara como si estuvieran pidiéndonos excusas con una leve sonrisa, y cuando Chusa, ante mi más absoluta sorpresa, les hace un gesto con la mano para que entren, se convierte en un gesto de expectación y una sonrisa abierta de oreja a oreja.
    
    Chusa ha decidido dar una pequeña exhibición, cambiamos varias veces de postura, de ritmo y de agujero de entrada de mí polla. Primero el coño, luego el culo y después la boca —me prohíbe que me corra, tal y como ya me está apeteciendo— y vuelta a empezar con alguna pequeña ...