1. EL VECINO 1


    Fecha: 08/10/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... deseada…
    —tiempo que no veo una buena hembra ante mis ojos —me dijo interrumpiendo mis pensamientos de inquietud por su aprobación levantando mi vista a su rostro. Así que acaricie su vientre hasta llegar a su falo que reacciono palpitante a mi toque mientras seguía mirándolo —¿llene tus expectativas? —me pregunto alegre por el ritual que le hice con mis manos. Ambos nos reímos por nuestras mutuas inquietudes corporales.
    Ingreso a la cama a mi lado y me abalance sobre el besándole mientras mis pezones se frotaban contra su pecho incrementando mi pasión sobre ese vago. Andrés aprovecho y tomo mis glúteos apretándolos hasta llenar sus manos, aireando mi ano y vagina mucho tiempo encerrados. Dios si, que rico es sentir sus manos de panadero amasar mi trasero abriendo un canal clausurado por la rutina. Estaba tan, tan desconocida que le besaba la frente ojos mejillas boca y mordía con mis labios su lóbulo. Y entrelace mis dedos entre sus cabellos por un rato. Quería hacerlo sentir dichoso, quería sentirme deseada. “Ayúdame señor”, pedí un deseo al de arriba.
    Estando el recostado y apoyado en el cabezal de mi cama, monte sobre su pene circuncidado y lo humedecía con mis flujos que ya me goteaban. Empecé balanceando lento mis caderas cerrando mis ojos para concentrarme en mis movimientos. Esto lo vi en la porno de internet, creo que la llaman paja árabe. Andrés observaba como mi raja mojaba su miembro arrojando sonidos húmedos a sus oíos. Comencé a jadear y aumenté mis ...
    ... vaivenes. Exhalé, gemí lamiendo esa verga con mis labios vaginales. Me estaba acercando, ¡si!, mas, mas, mas.
    —¡Oooh Ah aah aaah aaaah, Dios! Me corrí Aaaaah —Jadié, me faltaba el aire, pero seguí masajeando el objeto de mi placer bajo mío. Quería repetir esas sensaciones casi olvidadas. Me apoyé sobre la cama besando su pecho y seguí moviendo mis caderas. Andrés me apoyaba pellizcando mis pezones cuando los tenía a su alcance. Yo ya seguía gimiendo tratando de no descarrilarme del placer frotando nuestros genitales. Gemí como loca y caí sobre mi pareja de cópula exhausta. 
    —Ahora déjame a mí —dijo Andrés, comprensivo de mi estado, maniobrando para un 69 conmigo abajo. Lamio mi bajo vientre hasta succionar mi clítoris frotando con su lengua sus alrededores. Lamentaba no hacerle buena paja, pero estaba de gemido en gemido hasta correrme seguido. Dios, mi cuerpo se tensaba tanto que emitía ligeros jadeos repetitivos, cogía mi cubre cama como queriendo sujetarme a algo y jadié repetidas veces hasta quedar en trance. Mejor que masajes y otras cosas. Estaba en el limbo del placer con un experto que levanta botellas vacías en la calle. No recuerdo con cuanto goce o me corrí, hasta pensé que se me colgó el Windows. Un borrado parcial de mis recuerdos de hace unos minutos. Pero este hombre ni siquiera se corrió ni me penetro. Solo pensarlo me llena de lujuria y morbo. ¡No!, es morbo, de que pasaría si me penetrara. Dios, no estoy segura en esta cama.
    Estando tendida, con mi cuerpo aun ...
«12...6789»