Historia de dos hermanos
Fecha: 11/10/2025,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... y no paraba, decíamos palabras y sonidos juntos inteligibles mescladas con frases que nos arrechaban. Sentí mis primeros orgasmos con mi hermano y nunca los olvidare. Hasta que el exhaló y sentí caliente en mi interior. Yo solo seguía balanceándome con tal de no perder mi ilación orgásmica que reconocía como mío. Hasta que su pene se resbalo de mi seguido por esa baba blanca. Estaba extasiada, rico, lindo, hermoso, no podía estar más contenta después de muchos años de angustiante vida. Estaba feliz y viendo a mi hermano, igual.
—que nos sucedió Isa´? —pregunto jadeando, acurrucándome sobre él.
—No lo sé —dije, dándole un beso —pero me gusto. —nos reímos y descansamos un buen rato.
Me pare y sentía algo caliente por mis piernas al caminar a la cocina. Era la misma baba. Me puse a comerla, pero seguía saliendo de mi Raca. Otra palabra más para la vagina en la selva. Me pase una cuchara por su largo y me lo comía hasta que quedo en nada. Serví para ambos y me reuní con él a comer en la cama.
Parece para algunos una historia inaudita. Pero estén seguros que sucede. No por lo general, pero quien sabe. La tierra es ancha y llena de muchas variedades y matices que no hay que ignorar.
Pasamos los años más lindos de mi vida. Y no venía papa. Y era posible que nos hubiera abandonado como mama. Teniendo más fe a mi hermano en lo que decía. Hicimos una huerta donde cultive tomates, cebollines, frejoles, maíz y calabaza. Y mi hermano pescaba en el rio. Había variedad para comer y ...
... con los restos las gallinas se alimentaban bien. Gracias a eso teníamos más huevos. Y las noches la pasábamos muy bien juntos. Pronto cumpliría mis 15 años y crecería más para alcanzar mi hermano de estatura, espero.
Durante ese tiempo, lo más significativo fue mi primera menstruación. Me asusté, que corrí a buscar a mi hermano y mostrarle mi raca que sangraba. Él me dijo que era normal. Y me explico mientras me llevaba al estanque para que me lavara.
—Isa, eso vendrá cada mes desde ahora —dijo viéndome lavar mi entrepierna —desde ahora tendrás hijos como mama. No recuerdo que más hacia excepto que gritaba, se movía. Nada más. Creo que las mujeres saben qué hacer cuando llega el momento de parir.
Desde ese día, estaba casi siempre sentada, sintiendo como se me bajaba la sangre, dolores en mi vientre y mis tetas. José trato de ayudarme haciendo un alijo chico de tela. Y lo puso en la entrada de mi raca para cuando tuviera que salir a fuera, pero no ayudaba mucho. En fin, tuve que acostumbrarme a seguir así cada vez que me venía. Tres meses después de mi cumple sentí que me daban nauseas al comer. Y empezaba a engordar, pero no era la gordura normal. Me salía panza para adelante y no para los lados.
—Isa, ¡vas a tener un bebe! —dijo José emocionado acariciando mi pancita.
—¿Cuando? —pregunte con júbilo por lo nuevo que voy a experimentar.
—no lo sé, ¡jajaja! —respondió riendo emocionado —vamos a ser papa y mama —acariciándome y poniéndome su oreja en mi panza.
Mis senos ...