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Ari: Prisionero de Mi Piel XIX
Fecha: 07/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... distraerme, pero las horas pasaban lentas, y mi cabeza no paraba de imaginar en qué andaba, con quién estaría, por qué ni siquiera había llamado, me hacia mucha falta. Esa noche, la puerta se abrió al fin. Jordan entró tambaleándose un poco, con el olor inconfundible a alcohol. Lo miré desde el sofá. Yo ya lo estaba esperando, vestida con un baby doll que, en otro momento, habría encendido el fuego entre nosotros. Pero esa noche, mi mirada no era de deseo: era de rabia contenida. —¿Recién llegas? —le dije sin moverme. Él sonrió torcido, tratando de suavizar el ambiente—. chiquita… no te pongas así, solo fueron un par de tragos, nada grave. —¿Nada grave? —me levanté despacio—. Te fuiste desde la mañana, Jordan. ¡Desde la mañana! ¿Sabes cuántas veces miré el reloj? ¿Cuántas veces me prometí no escribirte primero? Él se pasó la mano por el cabello, evitando mirarme directamente. —Tenía cosas que hacer, te dije. —Sí, “pendientes”, claro —reí con ironía—. Pendientes con quién, ¿ah? Porque mientras tú estabas "ocupado", yo acá me volví loca esperándote. —Ahorita te doy lo que tanto te gusta, chiquita. —¿No quiero nada de ti? —di un paso hacia él, sintiendo cómo me hervía la sangre—. ¡Te desapareces todo el día, llegas oliendo a trago y todavía tienes el descaro de actuar como si no pasara nada! ¿hoy duermes en el sofá Jordán? —Ya estaba asumiendo mi rol de esposa de Jordan, pero debía darle un castigo, para que no me vuelva a dejar sola. Jordan intentó abrazarme, ...
... pero lo empujé. —¡No me toques! —le grité con la voz temblando—. ¡Estoy harta de que me trates como si no importara lo que siento! —Chiquita, claro que me importas…mientras intentaba agarrarme mis nalgotas. —Nooo, ¡escúchame! —interrumpí—. No soy tu adorno, ni tu premio, soy tu mujer y merezco que me respetes. Estoy contigo porque te amo, pero no voy a seguir soportando que me dejes sola y luego aparezcas como si nada, eso era antes Jordán. Yo respiraba agitada, las lágrimas a punto de brotar, pero me mantuve firme. Jordán reía todo divertido. — Eso me daba mas colera… —Si esto va a ser vivir juntos, Jordan, más te vale entender que no estoy aquí para mendigar atención —susurré, antes de girarme hacia la habitación, dejando el eco de mis palabras flotando en el aire. Entré a la habitación con el corazón golpeándome el pecho, como si quisiera escapar de mí. Cerré la puerta con fuerza. Sentí que algo dentro de mí se quebraba. Caminé unos pasos y me dejé caer al borde de la cama. Las manos me temblaban. Quería llorar, pero no quería mostrarme débil. En el espejo del armario vi mi reflejo: el baby doll que había elegido para esperarlo me hacía ver muy sensual, mis piernotas, mis grandes caderas, lucían espectacular, me decía a mí misma, no se merece que una mujer como yo lo ame tanto. Me abracé a mí misma, intentando calmar esa mezcla de rabia, tristeza y decepción que me quemaba por dentro, estaba haciendo un puchero como una niña que intenta no llorar. Pero no era ...