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Ari: Prisionero de Mi Piel XIX
Fecha: 07/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... llena, su falo enorme se hacía paso a su antojo dentro de mí. Yo no me movía, solamente apoyaba mis manos en su pecho y me dejaba follar. Jordan me cogió con sus manotas de las caderas y sentía que me partía en dos con cada embestida, yo estaba en las nubes, no podía creer que un hombre pudiera darme este tipo de placer. No podía sostenerme y caí pesadamente sobre él, mi cabeza al costado de la suya, con una mano acariciaba su cabello, mientras que sus manos capturaban mis nalgas y las estrujaban, que divino. Lo empecé a besar muy fuerte, apasionadamente, necesitaba besar a este macho que me estaba dando tantas sensaciones, que me tenía totalmente dominada y sometida a él. Me levanté un poco y Jordán empezó a lamer mis pezones, mis senos pequeños estaban muy sensibles y la excitación creció exponencialmente. Jordan me tenía abrazada de la cintura, con fuerza, mi colita de esa manera estaba casi fija y su penetración brutal era más fácil. Poco a poco me levanté como estaba originalmente, ahora su fierro me estaba dando muy fuerte y delicioso, sentía que rozaba mi próstata, quería más. Decidí reclinarme hacia atrás, en busca ...
... de más de ese roce, apoyé mis manos en sus muslos musculosos y me sometí a su castigo, sus jadeos gruesos y graves junto a mis gritos de niña en éxtasis llenaban el cuarto. Jordan se movía muy rápido, parecía un conejito, era mi conejito follador, mi paquetito se encontraba ahora a la deriva, moviéndose al ritmo de las embestidas, me apretó con una mano mi nalga y con la otra comenzó a masturbar mi clítoris, todo esto sin perder el ritmo de locura con que me cogía. Ya casi no abría los ojos y estaba a punto de explotar, mis gritos iban ahora con cada clavada de verga que me daba Jordan, él empezó a jadear más fuerte y dejó de masturbarme cuando sentí que comenzó a inundarme adentro, ¡agh! que delicia, mi hombre me estaba llenando con su semen, chorro tras chorro, tremendo semental, esto ya me terminó de enloquecer y empecé a eyacular con pequeñas gotitas que cayeron a la deriva sobre mi amante. Los espasmos de los dos seguían, yo ya estaba echada de espaldas sobre sus muslos y con su verga aún dentro de mí, dejando las últimas gotas de su líquido dentro de mi cuerpo y sellando nuestra reconciliación, y nos quedamos dormidos asi.