1. Hailey: La enfermera de vampiros (III)


    Fecha: 08/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: AllenNilsen, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... que los veía, pero ciertamente esos pezones rosados se veían más duros y apetecibles esta vez; se dedicó a chuparlos, pellizcarlos y lamerlos con trazos largos y lentos sobre ambos pechos, asegurándose de hacer ruidos obscenos con su boca.
    	«Mierda, de verdad voy a hacerlo», pensó Lucián, sin quitarle los ojos de encima a la chica, «voy a cogerme a la prisionera de Owen… Qué puta tan hermosa, qué tetas tan perfectas… No puedo esperar más».
    	Lucián se incorporó y, en un movimiento rápido e impaciente, se quitó los pantalones, revelando su miembro erecto y venoso, de un tamaño que a Hailey pareció intimidarle.
    	El medio-vampiro sonrió con malicia, levantó el camisón hasta la cintura, separó las piernas de Hailey de par en par, como a una muñeca. No llevaba ropa interior, y su intimidad, vulnerable, de apariencia suave y sin vello alguno, tentó aún más a Lucián:
    	—Mira eso… Qué coñito tan rico —dijo, con una voz ronca por el placer.
    	Con un movimiento rápido, enterró su cabeza entre las piernas de la joven y comenzó a saborearla desde adentro, trazando círculos rápidos con su lengua. La sacó para lamerla desde el ano hasta el clítoris, deteniéndose a chuparlo con avidez. Hailey se mordió el labio inferior para ahogar un fuerte gemido, pero era evidente que el placer ya empezaba a recorrer su cuerpo de manera electrizante, de modo que su espalda se arqueaba de a momentos y su vagina se humedecía por su cuenta.
    	La excitación de Lucián lo empujó a dar el siguiente paso en ...
    ... poco tiempo. Se levantó y agitó su pene con una sonrisa:
    —Te voy a partir en dos —dijo en un gruñido morboso.
    	Derramó saliva en su mano y lubricó su pene para guiarlo hacia la entrada de Hailey. La tomó de las caderas con fuerza y la penetró con una embestida brutal y profunda. Esta vez la chica no pudo contener su grito.
    	Lucián rió y se empezó a mover, sin preocuparse por mantener un ritmo suave al inicio. Se agachó y tomó el rostro de Hailey con las dos manos, para volver a besarla y ahogar los gemidos de ambos durante la brusca penetración; la verga entraba y salía, y los testículos golpeaban contra su culo.
    	Hailey pensó que no resistiría; su vista de a poco se nublaba, pero hizo un esfuerzo por mantenerse consciente y seguirle el ritmo a aquel nuevo asaltante, dejándose llevar en la oleada de placer que podía llegar a sentir. Llevó una mano a la espalda de Lucián y la otra a su nuca, arañándolo y tirando de su cabello, mientras movía su propia lengua para aumentar la intensidad del beso.
    	Lucián se separó un poco de ella, sintiendo subir la temperatura de su cuerpo, y se concentró en sus embestidas, mirando con morbo hacia los ojos desafiantes de Hailey. La abofeteó en una muestra de dominación, y a ella no pareció importarle: empezó a gemir en voz alta, mientras la marca enrojecía:
    	—Más rápido, Lucián, más fuerte —susurró, entre jadeos—. No te detengas.
    Lucián llevó las piernas de Hailey sobre sus hombros y se esforzó por aumentar el ritmo. Abofeteó también uno ...
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