-
Por venir
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... y mujer —riéndose a continuación junto con el resto. Sofía le agredió al tratar de apartarla del resto de nosotras y nos unimos a ella, pero fuimos reducidas por otros de similar contextura de quien se llevó a nuestra líder. Nuevamente estábamos enfrentándonos a lo inevitable. Mis amigas se descorazonaban al ver a nuestra jefa siendo arrastrada y cargada en los hombros del hombre aun desnuda. Sus gritos mermaban nuestra energía y algunas comenzábamos a llorar apretando nuestras manos de impotencia. —Estas son las reglas —recomenzó saltándose ciertos pasos —mujeres escojan un hombre de los que están detrás o serán sorteadas. —dijo directamente a nosotras. Nada de vueltas al asunto. Así una por una fueron a la fila masculina temerosas y nerviosas ante ellos. Algunas preguntas aquí y allá hasta que nos tocó a nosotras. Fuimos las ultimas junto a la chica de papa y mama que le iban a pagar el rescate. Lloraba como es lo común ahora. Yo estaba más nerviosa y en alguna parte de mi decía que debí ser la primera en escoger. Así que solo nos quedó seis hombres frente de nosotras. Lo peculiar era que todos eran negros. Sus cuerpos fuertes eran los indicados para el calor del lugar y las tareas que tenían que hacer. Algunas observaciones de mis amigas fijonas hablaban sobre las estrechas ropas que tenían, reluciendo partes de sus cuerpos como si fueran mayas. Como de otras que aseguraban que nos dejaron las sobras las demás chicas. Yo recordé una conversación escuchada mucho tiempo ...
... en un bar de Madrid, sobre lo largo que la tenían los negros en la cama. Quiera o no, tendría la oportunidad de verificarlo. Estaban vestidos con diferentes tipos y color sus prendas. Pantalones de jean y buzo holgados con camisetas de manga larga remangadas sin cuello. Bueno no eran feos ni eran príncipes como ponían en las películas. Así que fui a uno con facciones menos marcadas de su raza. —Cómo te llamas? —le pregunte, esperando que no saliera como un mono caribeño, pero si su hablar era armonioso no con el dejo bajo colombiano. —Me llaman Jaicho —dijo sonriendo bonito —Y tú? —Magdalena —respondí tratando de sonreír. Reconoció mi nerviosismo ladeando un poco la cabeza se acercó un poco. —No tienes que preocuparte y mis hermanos —señalando a los restantes compañeros —no somos caníbales —marcando una sonrisa con los labios para bajar mi ansiedad. Luego dijo algo que me sonó lo oído en citas —¿Quieres almorzar? —asentí con la cabeza llevando mi mano a la boca por mis recuerdos en mi país. —vamos! —apure como alguien que temía, pero lo tenía que hacer, entregándome su polo que me llego cubrir un poco más de mi pubis. Pero me detuve y me dirigí a los compañeros de quien elegí —Por favor ténganos paciencia y comprensión, déjenlas escoger. Me dirigí a Jaicho mientras les agitaba el brazo a mis amigas para que fueran por ellos. Más adelante sentí el abrazo de quien sería mi pareja en este lugar. No podíamos hacer nada. Ya teníamos un ejemplo con nuestra líder. Solo nos ...