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Por venir
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Berlith, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... quedaba adaptarnos o tienen otra opción. Si, tu que lees mis líneas. La noche del poblado aparte de las cigarras no fue tranquila ni aburrida. Nuestra sorpresa fue que las casas como dice aquí. Son un rectángulo de 7 u 8 metros de largo por 5 m me parecen de ancho, con techos de PVC cubiertos de hojas de palmeras todo de madera y clavos. No tenían puertas que cerrar igual que las ventanas. Otras eran de menos área, pero todas juntas. Si se imaginaban una plaza, pues nada de eso. La vecindad era muy, muy próxima. Por eso decía que esta noche no era aburrida. La calle que comunicaba bien podría ser llamada De los gemidos. Algunas chicas salían corriendo perseguidas por sus nuevas parejas o se metían en otra casa donde estaban en plena tarea coital. Me recordaba a la fundación de Roma y el rapto de las sabinas. De mi pareja, diría que tiene su lado romántico. Me cargo y pasamos el umbral de la puerta y me deposito en un colchón de 2 plazas en el piso de madera. Sentada, vi travesaños que cruzaban el ancho de la choza que usaba como depósito y colgador. No había armarios o cómodas para ropa y otras cosas. Tenía colgadores plásticos de ropa que descansaban en clavos incrustados en la pared de tablones verticales. Y las planchas de madera que hacían de piso no tenían su superficie realmente lisos. El cerro unas cortinas de plástico azul grueso que cerraban tanto puerta y ventanas como preámbulo a nuestra noche. Los gemidos y jadeos de los vecinos se oían sin tapujos y la ...
... oscuridad en la casa no me predisponía a un deseo de pasarla bien con un extraño que por las justas sabia su nombre y donde vivía. Se sentó a lado mío tocándome accidentalmente mis dedos con los suyos. Como inicio de nuestro contacto más parecíamos niños. No parecíamos adultos con experiencia en tales materias. Me decía, es solo tener la actitud. ¿Hay acaso un impedimento? No hay como volver ni forma de escape. Y no creo tener la oportunidad de ser monja. Además, nunca pensé en tener familia o casarme, pero el destino parece tener otra opinión. Así que di un paso, cerré los ojos y puse mi mano encima de la suya para empezar. No sabía cómo reaccionaría el a mi toque, pero esperaba que no fuera violento. Aparte de todo, es mi primera vez con un negro. Trate de masturbarme en mi mente con lo que recordaba de su fisonomía. Un moreno con 1.85 m, fornido de cabellos rizados que le caían hasta sus hombros sin llegar ser un rastafari, con brazos y manos grandes y fuertes que me brindarían seguridad y cobijo, sus labios capaces de lamerme y succionarme la vagina y mis tetas respectivamente y su falo que me llevarían al cielo de la lujuria y el morbo. Ya veía la imagen de un leñador fornido, pero, ¿porque me vino uno de dibujos animados? También que soy una loca si ya lo tengo conmigo. Abrí mis ojos y me dio mi primera orden como el hombre de la casa. —mámalo —presentado a su amigote bien parado de casi una palma de largo y me pareció el grueso de mi muñeca. No tenía con que medirlo a la ...