1. Verónica, una lectora que se convierte en uno de mis relatos - Parte 2


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Gays Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... manera llegar a su clítoris para extender el placer, y aunque un poco incomodo llegué, pero ella me pidió que taladrara el culo, que sentir mis huevos golpeando su panocha era maravilloso. Así que de esa manera tan solo la tome de su pronunciada cintura, esa deliciosa figura de la cual todavía una semana después llevo el perfume de su piel y de su aliento, y me concentro en taladrar, de verguear a mi antojo su rico culo. Que delicia era ver ese culo como absorbía mágicamente toda mi verga. Ver ese culo bien abierto me hizo dar esa pausa, para meterle toda mi lengua a lo más profundo de sus entrañas. Verónica solamente gemía y esta es una de las pocas mujeres que en aquel trámite del sexo con más tabús, salía con las expresiones más inauditas nombrando a Dios: ¡Dios que rico! ¡Dios que divino! ¡Dios que sabroso! ¡Por Dios Tony dame más duro! ¡Dios cógeme el culo! Debo decir que todas aquellas expresiones las hizo en inglés.
    
    Quizá pasé dándole verga a ese precioso culo por unos diez o doce minutos, cuando sentí que los choques de su culo con mi verga se hacían más intensos y más violentos. Podía ver que de su culo aparecía una especie de liga blancuzca que comenzaron a hacer un sonido que volvía todo aquello más excitante. Una especie de ventoso por todo el aire que le pompeaba a su ano. Bajé el ritmo un poco, pero esta vez simplemente para observar cómo salía completamente mi verga y como desaparecía de nuevo de su ano. Mi verga salía completamente y se la dejaba ir de ...
    ... nuevo con tremendo ímpetu. Verónica comenzó a jadear y gemir como loca diciendo: Así Tony, hazlo otra vez, me gusta, que rico siento tú verga en mi culo. ¡Por Dios, sígueme dando verga! Seguí con aquel ritmo de sacar completamente mi verga y dejársela ir con fuerza y de repente vi que en su mirada dibuja el placer de su sexto orgasmo. Gritó y pude ver a través del cristal de la cama, como sus ojos se tornearon del placer que sentía: Tony, me vengo, que rico, dale, no pares, métemela toda… cógeme, por Dios no pares.
    
    Tuvo un fuerte orgasmo y realmente fueron múltiples, pues aunque ella se había ido de bruces por sobre la cama abandonando la posición de perrito, también yo me he ido sobre ella, y he seguido penetrando violentamente su ano sin parar por minutos, y mientras Verónica llora de placer, ver ese culito bien abierto de Verónica me lleva a mi tercera explosión y se lo dejo ir en lo más profundo de su culo. Ella me pregunta si me he ido y le pregunto por qué. Ella solamente me dice que ha sentido un calor rico adentro de su culo.
    
    Al igual que le limpié la panochita cuando se le escurría mi semen de su vagina, los mismo hice al limpiar sus nalgas. Ver salir mi semen del delicioso culito de Verónica es una imagen me he jurado vivir de nuevo, y creo que ella lo desea también. Nos incorporamos y parece que es ella la que quiere hablar de lo que ha vivido.
    
    —Es increíble Tony, tienes razón al decir que son sensaciones distintas. Me fui y parecía que no iba a terminar ...