1. Don Pancho el conserje se cogió a mi hija (continuación)


    Fecha: 31/12/2025, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... desproporcionado.
    
    -Bueno… voy a confiar en usted pero si me lastima o si le digo que pare y no lo hace no se extrañe si le suelto un golpe eh- dije con firmeza, aunque don Pancho se veía tan correoso que seguro un golpe mío no le haría ni cosquillas. Además de que tenía la fuerza para violarme ahí mismo si quisiera, pero igual no quería verme tan sumisa.
    
    -¿Cómo crees que te voy a lastimar mi reina?, a lo mejor soy muy lepero y díscolo pero a mis mujeres las trato con delicadeza, Dios las hizo frágiles y es deber del macho cuidarlas. ¿O no me crees nalgona?- dijo mientras me estrujaba con más cariño y me daba juguetones piquitos en la cara, yo me resigné y me dejé llevar por la dominancia de ese hombre que me seducía como ningún otro.
    
    Siguió besándome y acariciándome como si fuesemos novios adolescentes calenturientos, entonces me puso el índice en los labios y como por reflejo se lo babeé mientras lo miraba con total entrega, luego el canijo viejo llevó el índice directo a mi ano, haciendo movimientos circulares para empezar a aflojármelo. Yo lo sujeté fuerte al sentir el húmedo y frío dedo, pues la verdad nunca me había metido nada por ahí, ni siquiera por accidente.
    
    -¡Ay! Don Pancho, está frío su dedo, no sea tan brusco-
    
    -Pérate nalgona, no aprietes el chiquito, ponte flojita, primero te tienen que entrar tres dedos para que te quepa la cabeza de mi verga-
    
    -¿Qué?, ay no don Pancho, ni de broma me va a entrar su cosota, no… ya no quiero ni intentarlo, ...
    ... olvídelo, si quiere seguir cogiendo conmigo va a ser como la gente normal- dije mientras le apartaba el dedo de mi asustado ano.
    
    Entonces don Pancho me agarró los hombros y me giró con sus brazos de roble, casi me caigo pero él me sostuvo, me espanté un poco porque pensé que don Pancho me la iba a meter a la fuerza pero antes de que pudiera reprocharle algo me empinó sobre la cama y me sujetó la nuca para que no pudiera enderezarme en lo que me ponía un cojín bajo el vientre para elevarme el culo.
    
    -¡Suélteme don Pancho!, ¿qué me va a hacer?, ya déjeme… abusivo… aahhh… ay Dios… aahh…- dejé de patalear y retorcerme para zafarme de él en cuanto sentí como hundía su cara entre mis nalgas, me iba a mamar el culo y mi intimidad como la otra vez, ese pinche viejo sabía cómo dominarme y someterme como solo un semental que ha tenido muchas mujeres en su cama sabría hacer. Me lamió y chupo como poseso, perforándome mi cosita con la lengua, era un experto con ella y los escalofríos de placer me estremecían de pies a cabeza sin exagerar. 
    
    Fue subiendo sus lametones hasta que mi virgen ano quedó a su merced, dejé que me lo ensalivara como poseso y sentía riquísimo cuando me lengueteaba en círculos ese orificio que se me hacía tan antihigiénico. Poco a poco deje de tensarlo y lo aflojé, entonces su lengua me atravesó por ahí y sentí la punta de su lengua explorarme el recto. Me mojo nomás de acordarme lo rico que me estaba chupando mi macho, aparte de que sus bigotes me hacían ...
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