1. Dando el paso final


    Fecha: 24/03/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... común.
    
    Niuva llegó al orgasmo. Descansamos durante unos minutos antes de que le volviera la misma erección de antes. Teníamos un consolador que usaba casi siempre Niuva, al acordarme de él decidí irme al armario y sacarlo. No seré la única a la que le penetren el coño.
    
    Se dio la vuelta y se puso a cuatro patas, para mí sorpresa quería que lo usara por su ano. Yo me detuve a ver la maravilla escultural que es su cuerpo. Antes de que me gritara para que no me quedase parada, me detuve.
    
    –¿Estás segura? No sé sí te hará daño–desde luego cuando se trata de juguetes sexuales Niuva se supera
    
    –Haz lo que te he dicho. Vamos, estoy preparada.
    
    Decidí hacerle caso, pero antes relajé su esfínter. No la puedo penetrar con semejante consolador si está nerviosa.
    
    –Niuva, relaja tu cuerpo. Sacaré un lubricante, me da miedo hacerte daño.
    
    Todas estas cosas sexuales son todas de Niuva. Yo ya dije antes que hasta hoy lo más sexual que he sido capaz de hacer es dejar que me masturbe( y masturbarla) y dejarme ver desnuda. El consolador lo usaba casi siempre Niuva, yo lo usé muy pocas veces. Supongo que si quisiera tener sexo anal también podría. Tras haberla calmado un poco y ponerle el lubricante empecé. Lo metí con cuidado. Al principio le dolió pero tras acostumbrarse al consolador cambió sus quejidos de dolor por gemidos de placer. Mientras le practicaba a ella un anal con el consolador le acaricié la espalda. Sus alas salieron sin oponer resistencia. Estuve así durante ...
    ... mucho tiempo. Llegué a su punto G. Dió alaridos de placer cuando también le metí dos dedos en el coño y la masturbaba. No me quiero ni imaginar el placer que sentirá en un trío. Cayó rendida sobre la cama.
    
    –Tenemos que tener un trio, Laura. Sea con un chico o una chica–expresó
    
    –Tu eres la que quiere un trío, tú traes al otro acompañante. Si he sido capaz de tener sexo contigo, lo seré añadiendo otro pene u otro coño. O las dos cosas también.
    
    Volvió su erección e hice el amago de volver a cabalgarla pero me detuvo.
    
    –Tu me has follado el culo, es justo que yo también. Si quieres, claro.
    
    –De acuerdo–acepté. Mi cuerpo fue modificado por mi antiguo dueño para hacer estas cosas más fáciles. Era un auténtico capullo.
    
    Despejé mi mente de esos pensamientos. No debería estar pensando en eso con mi novia. Antes de penetrarme como había hecho con ella usó el lubricante. Lo hizo con amabilidad, y sin meterla de golpe. Mis tetas bamboleaban al ritmo de la penetración. No hacía otra cosa sino gemir.
    
    –Como me cojas el pelo te rompo la mano–dije entre gemidos
    
    Cuando el sexo lo haces con quien amas no es malo. Este día lo recordaría en mis peores tiempos. Yo que tardé años y años en recuperarme por fin estaba teniendo sexo. Vaginal, y anal. Lo disfrutaba con mi amada pareja.
    
    Quizás fue cosa de que el placer de ambas nos había despojado de la razón, sobre todo el mío. Pudiera ser que simplemente no nos importó. Saqué mis alas mientras seguía siendo penetrada analmente. ...
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