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Flowerdie a cara o cruz. Cara (1ª Parte)
Fecha: 12/04/2019, Categorías: Incesto Autor: Alvaroalba, Fuente: CuentoRelatos
... tanto hemos hablado, vas a ser Alba, te voy a transformar y a usar a mi gusto. ¿Estás de dispuesta?, sino es el momento de decirlo. Afirmé con mi cabeza y vi como sus vamos rebuscaban en la bolsa que había traído, una correa de perro fue su primer regalo, lo unió a una cadena eslabones metálicos y tiró de mí. —Vamos perrita, ¿dónde está el comedor? —le hice un gesto, ella tomo su bolsa y guiándome con la correa me hizo recorrer a cuatro patas el pasillo— Muy bien, ahí quieta —estaba en el centro del salón observándola incrédulo, esa mujer simpática y divertida de la otra noche había sufrido una transformación total. Tomó una silla, retiró la cadena y se sentó frente a mí. Su mirada se imponía sobre mi cuerpo y también sobre mi mente obligándome a bajar la vista— Muy bien, de pie, desnúdate, quiero ver cuánto voy a tener que mejorar. Me sentía excitado y a la vez avergonzado, era cierto que conocía todo de mí, pero nuestros cuerpos aún no se habían mostrado y los lascivos besos de la primera noche no me habían dado la seguridad suficiente. Obedecí bajo su atenta mirada, me sentí como si fuera un juguete que observas y repasas antes de comprar. Dejé todo mi cuerpo desnudo, durante unos segundos que parecían eternos solo sentí el silencio y sus ojos clavados en mí. Flowerdie se levantó y fue jugando con sus dedos sobre mi piel, girando alrededor de mi cuerpo, de nuevo esa mueca maliciosa. Puso la cadena de nuevo y continuó con su dominio. —Al suelo puta, vamos a ...
... comenzar tu transformación, hay mucho trabajo, dime donde está el baño. Se lo indiqué y de nuevo seguí sus pasos como la perrita que era, esta vez desnuda. De vez en cuando percibía como se giraba a observarme y esbozaba una sonrisa, estaba disfrutando y su forma perfecta de asumir el rol que el azar le había otorgado hacía que todo tuviera el clima adecuado. Al llegar al baño extendió una toalla en el suelo. —Túmbate boca arriba, voy a hacer de ti una sumisa delicada, no quiero ni un pelo en tu cuerpo. —Si Ama. Fue extendiendo espuma de afeitar sobre mi pecho y mi vientre, la cuchilla comenzó a deslizarse mientras no podía dejar de admirar su seriedad, parecía una profesional ajena a todo contexto sexual, sin embargo, yo estaba allí, desnudo, expuesto y eso comenzaba a producirme una excitación que pronto iba a reflejarse en mi cuerpo. Terminó la zona y su interés se posó más abajo. —Vaya putita, creo que no te he dado permiso para esto —dijo socarrona mientras jugueteaba con sus dedos por el tronco de mi pene semierecto— ¿tanto te pone ser mi perra?, si aún no hemos empezado y mírate, ya estas siendo desobediente. —Lo siento Ama —no sabía controlarlo y sus palabras no me ayudaban, todo lo contrario, me ponían más, y esos dichosos deditos juguetones, uffff. —Dime Alba, ¿te voy a tener que castigar?, ¿no vas a ser obediente? —Seré obediente, pero… no puedo evitarlo, tus manos… tú... —mis pucheros parecían divertirla. —Bueno, por ahora está bien, ...