1. Mi hermana Julia


    Fecha: 14/04/2019, Categorías: Incesto Autor: ya1gor9di4si, Fuente: SexoSinTabues

    ... imaginarse lo que es que el corazón se le venga a la boca, ese fui yo en aquel momento. Estrujé las braguitas de Julia en mi mano de manera que desaparecieron dentro de mi puño y me giré en redondo hacía la cocina. - Er… ¿Qué? -dije, como buenamente pude-. - Te he traído mi ropa, la que tenía en mi cuarto para que la metas junto con este montón. - ¡Ah!… ya… bueno, gracias. - Para que luego digas que no te echo una mano, gruñón; aquí te la dejo… te he traído también la de la habitación de mama y la del baño. No tienes que subir a por nada. Esto es colaborar. - Estupendo… te lo agradezco, Julia, -dije, sintiéndome como un idiota-. - Oye… ¿qué tienes? Luis ¿Te pasa algo? - No… nada, tan sólo que quiero acabar con esto cuanto antes, para irme. - Bueno, vale; cuándo te vayas dime algo; estaré en mi cuarto. - Vale, ya te avisaré. Y con esto Julia dio media vuelta y salió del cuarto de la lavadora hacia la cocina y luego la oí subir las escaleras hacia su habitación. Uf… ¡por qué poco no me había pillado con sus braguitas sobre mi cara! No quise ni imaginarme la situación. El corazón aún me latía fuertemente y sentía un enorme nudo en el estómago. Y, sin embargo, aún mantenía una enorme erección: ¡¡¡la tenía dura como una roca!!! Dios, esperaba que ella no se hubiese dado cuenta; ¿me hubiese dicho algo si lo hubiese notado? no lo sé; pero me quedé algo inquieto. En todo caso no me dio esa impresión; simplemente me notó un poco raro, y nada más; claro, sí es que me quedé plantado ...
    ... allí como un gilipollas, con sus braguitas en mi mano; normal que se extrañara. Decidí enterrar ese recuerdo en mi mente lo más profundo que pude y me dispuse a acabar rápido con el asunto de la ropa para salir de casa enseguida. Necesitaba olvidar aquel incidente lo antes posible. Clasifiqué en varios montones toda la ropa de la cesta de mimbre y, cuándo lo tuve hecho, me dirigí al montón de ropa que Julia había bajado del piso de arriba hacía unos minutos. Me puse enseguida a ordenar también esa ropa cuándo de nuevo me topé con otras braguitas de Julia. Estas eran de nuevo blancas y, si cabe, aún más pequeñas que las anteriores… otra vez estaban enrolladas de esa manera tan característica. Bueno… aún la seguía teniendo dura… y Julia estaba en su cuarto; esta vez con toda seguridad. No sé qué me estaba pasando pero nuevamente me dispuse a desenrollar sus braguitas. Una vez las tuve bajo su forma original en mi mano, miré hacia la cocina una vez más para comprobar que estaba solo. Sin duda Julia estaba en su cuarto… me acerqué las braguitas un poco más, intentado ver nuevamente esa mancha de flujo. Allí estaba… ¡¡¡pero esta vez pude comprobar que aún estaba húmedo!!! Claro… debían de ser las bragas que se quitó al llegar a casa, por eso llevaba el pantalón del pijama… no debía llevar nada debajo. Me las acerqué nuevamente a la cara y aspiré profundamente… ¡¡¡qué maravilla!!! Ese maravilloso olor era ahora mucho más fuerte… estaba mucho más presente; me excitaba mucho más. Mi ...
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