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Mi hermana Julia
Fecha: 14/04/2019, Categorías: Incesto Autor: ya1gor9di4si, Fuente: SexoSinTabues
... cuerpo de Julia. También hubo un punto y aparte en este sentido. El calor apretó durante ese verano, y tengo que reconocer que Laura se esforzaba en sus estudios y ¡¡¡de qué manera!!! Yo estaba en época de vacaciones y toda mi vida se centraba en pasármelo bien con mis amigos y en cumplir a rajatabla mis obligaciones caseras, sobre todo en lo que se refiere a hacer la colada. Aquella mañana hacía un calor realmente infernal y me levanté algo tarde, porque la noche anterior estuve hasta las tantas viendo una película en la tele. Debían de ser las doce o algo así cuándo me digné salir de la cama; mis padres, naturalmente, no disfrutaban de nuestros privilegios de estudiantes y estaban en la fábrica. Bajé a la cocina dispuesto a prepararme algo de desayunar, pasando de camino por delante de la puerta de la habitación de Julia. - Julia…. voy a la cocina a preparar el desayuno… ¿quieres algo? dije, al mismo tiempo que pasaba andando por delante de la puerta de su habitación, que estaba abierta. - ¿Desayuno? Pero, Luis ¿tú sabes qué hora es? Esto me hizo mirar hacia el interior de su cuarto; Julia estaba de espaldas a mí; llevaba puesto un pantalón corto y… solo eso… ¡¡¡¡¡nada más!!!!! Pude ver su perfecta espalda completamente desnuda y cómo su pelo negro recogido pasaba por su nuca y se deslizaba hacia la parte delantera de su cuerpo, que yo no alcanzaba a ver Se encontraba echada sobre la cama, de costado, dándome la espalda; debía de estar leyendo algún libro, o unos apuntes; ...
... algo. De todas maneras, no pude ver nada; seguí andando instintivamente, pero esa imagen me acompañó durante todo el día y fue motivo de inspiración para varias corridas. Aquello se estaba convirtiendo en obsesivo; ya no eran las chicas de clase ni las profesoras ni las fotos de las revistas. Todo giraba ya en torno a mi hermana; todo era Julia: las braguitas de Julia; las imágenes de Julia; el olor de su chochito; todo era Julia y nada más que Julia. No podía pensar en otra cosa que en poder oler ese coño: pero de verdad. Poder olerlo, tocarlo, lamerlo… esos eran mis pensamientos; mis únicos pensamientos, mientras me masturbaba una y otra vez, soñando con mi hermanita. Aquello no podía continuar así; tenía que hacer algo para conseguir ver a Julia desnuda. Ese día me convencí de que no pararía hasta poder ver a mi hermana en pelotas. Necesitaba nuevos estímulos y nuevas imágenes para poder seguir haciéndome pajas y más pajas a su salud. Sus braguitas seguían pareciéndome igual de seductoras que siempre y realmente me ponía a cien con el olor de sus flujos; pero necesitaba algo más. Estaba decidido. Era la época ideal; hacía calor, y me imaginaba de qué manera debía dormir Julia. Tenía que hacerlo; tenía que meterme en su habitación, mientras dormía, para verla desnuda. Julia terminaba de estudiar por las tardes sobre las siete o siete y media, y después de bajar a la sala cuándo llegaban mis padres, cenaba algo y solía salir a dar una vuelta al parque con su pandilla, para ...