La historia de Ana (Capítulo 1)
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
Nota del autor: ya llevo escribiendo varios relatos sobre la mujer que más ha marcado mi vida. Quienes hayan leído algunos de ellos, sabrán que hablo de Ana. Si bien las historias son en su mayor parte ficticias, hay algo en ellas que sí es muy real: la personalidad de Ana. Ella es una mujer adicta al sexo, y esto, sumado a que tiene una autoestima extremadamente baja, debido a sucesos que la marcaron durante su infancia, hizo que, al menos durante los años en que yo la conocí, cayera rendida a cuanta pija se le ofrecía.
Ana no concebía otra manera de sentirse segura, que entregando su cuerpo a quien la deseara. Sin embargo, no era una chica fácil del todo. Le gustaba hacer sufrir a los hombres. Se dejaba seducir en chats que podían durar hasta la una de la madrugada; quienes la conocían personalmente podían saborear un cruel franeleo, que no iba más allá de eso. Es que a Ana le gustaba tener a los hombres comiendo de su mano, y mientras saciaba sus instintos con su macho de turno, tenía otros diez haciendo fila para saborearla.
Ana era hermosa. Una belleza infernal compactada en un cuerpo de cuarenta y cinco quilos. De piel blanca, ojos marrones, grandes, difíciles de descifrar. Rostro un tanto ovalado, una cara de nena que enamoraba, de piel suave como culo de bebé. Su cuerpo diminuto hacía curvas pronunciadas cuando llegaba a sus pechos y caderas. Y su culo… para no ser poco original sólo voy a decir que su culo tenía todo lo que a un hombre le podía ...
... apetecer.
Ana sabía del poder que tenía sobre los hombres, pero también estaba consciente de que su autoestima era su punto débil, y que, si la presionaban un poco, sería ella quien termine rendida ante el deseo animal que ella misma despertaba.
Yo tardé en darme cuenta de su debilidad por la pija, pero cuando lo descubrí no dudé un segundo en explotarlo.
En todos los cuentos sobre ella, los lectores quedan advertidos que en su contenido hay escenas de no consentido, y por eso asumo que quienes continúan leyendo hasta el final, lo hacen esperando dichas escenas. Es por eso que me esmero mucho en que el relato sea lo más creíble posible. Me encanta humillar a Ana en mis ficciones, me encanta someterla a vejaciones, y hacer que haga cosas que en principio no quería. Ana tenía un plus; algo que iba más allá de su sorprendente belleza; esa sumisión, esa imposibilidad que tenía de decir que no cuando se enfrentaba a ciertas situaciones, esa entrega absoluta una vez que se dejaba llevar por la lujuria del otro.
Contando los relatos de Ana, me vi atrapado en giros argumentales difíciles de continuar, por eso decidí empezar la historia de cero, contando sucesos diferentes, pero con el mismo hilo conductor: Ana. Así que los próximos relatos si bien narrarán la misma historia, los sucesos, en su mayoría serán diferentes, o bien serán los mismos pero modificados.
Espero que los lectores sientan, al menos, una décima parte de la lujuria que esta hembra infernal despierta en mí.
La ...