1. El oro nos gusta a todos


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... nariz, el subir y bajar del pecho, los muslos mojados, me dan idea que tiene las mismas ganas que yo. Nos abrazamos en la cama, me deja mamar sus tetas durante unos instantes y rápidamente se pone erguida sobre mí con una pierna a cada lado de mi cuerpo; ayudándose con la mano, mete la polla en su empapado coño, dando un fuerte suspiro de satisfacción.
    
    —Ah, qué ganas tengo, me hace mucha falta
    
    Muevo la polla de izquierda a derecha unas cuantas veces mientras Julia se acomoda mejor y se sujeta con una mano a mi pecho y con la otra al muslo derecho. Empieza a moverse lentamente arriba y abajo, sin apenas levantar el cuerpo, con los ojos entrecerrados, sintiendo mi polla bien dentro, hablando en voz baja, ronca, susurrante:
    
    —Sí, me llenas, estás muy dentro, qué bueno
    
    Poco a poco va aumentando la velocidad y el recorrido del movimiento. Me pide que acaricie sus tetas y yo, además, empiezo también a tocar el culo, a pasar un dedo arriba y debajo de su raja. En apenas un minuto me parece que tengo la polla metida en una suave, caliente y mojada coctelera que se mueve en todas direcciones con un ritmo fabuloso, al que intento acompasar los dedos de mi mano derecha con los que acaricio su hinchado clítoris. Tarda poco en correrse.
    
    —Sigue, no pares, sííííí…
    
    El grito alto, fuerte, largo, dura bastante tiempo, tanto como duran las contracciones de la vagina de Julia, que aprietan lo suficiente mi polla como para provocarme una corrida estupenda, verdaderamente larga ...
    ... y sentida. Joder, ha sido cojonudo.
    
    Nos hemos quedado dormitando en la cama uno al lado del otro. Miro el reloj y veo que ya tenemos algo de prisa para ir a la reunión con Valeriano, el constructor, lo que indico a Julia.
    
    —Tenemos que prepararnos para irnos
    
    —Gracias Andrés, lo necesitaba
    
    Recibo un beso en los labios. Intento entablar una breve conversación o quizás algún tipo de explicación por mi parte —estoy algo cortado, es la viuda de mi mejor amigo durante muchos años y hace apenas dos semanas aún vivía— pero me calla dándome otro suave beso y diciendo:
    
    —No hablemos nada ahora, pero ni se te ocurra tener conciencia culpable. Hay cosas de Pedro y mías que no conoces, pero no éramos la pareja casi perfecta que todos se creían y nos dábamos mutua libertad en muchos aspectos. Te crees que no sé lo de ir de putas por toda España
    
    Llegamos a la hora convenida a una gran casa de dos plantas —más que unchalet es un palacete— situada en un desvío de la carretera de salida de la capital hacia Asturias. Rodeada por una alta verja y un frondoso jardín, es la vivienda familiar del más conocido constructor de toda la región. Buen cliente habitual —dice que las joyas de oro son para él un afrodisiaco, además de una inversión segura por si algún día vienen losrojosa por su dinero— también le conozco un céntrico discreto piso en donde mantiene a su amante oficial, una joven argelina muy simpática, guapísima, y unchalet en San Andrés del Rabanedo, en donde a Pedro y a mí ...
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