1. 40.2 Amor y cariño


    Fecha: 24/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... resultaba imposible, tenía los ojos cerrados vertiendo su semilla en el vientre del chico, rojo y sudoroso como una deidad furiosa, hasta desencajado el rostro por el placer y el esfuerzo estaba hermoso.
    
    Justo en ese momento, cuando mi deseo era estar en el lugar de Lorian, me corrí con violencia llenándole la boca de mi semen.
    
    Acababa de levantarme de la cama y me había ido ya dos veces, eyaculando para vaciar mis testículos completamente, pero no me sentía culpable y mi único deseo era compartir esos momentos con los dos, besándonos y rescatando parte de mi esperma que Lorian tenía en su boca y luego el placer de acariciar nuestros cuerpos mientras nos limpiábamos unos a otros.
    
    Creo que mis dos niños habían dejado todo su exceso de bebida de la noche en el baño, estaban contentos y felices mientras nos vestíamos entre bromas, todo iba muy bien hasta que Lorian habló.
    
    -Sería estupendo que Daniel viviera con nosotros, ¿verdad Nico?
    
    Se puso serio y sentí el amargo dolor en su mirada, la mía le suplicaba clemencia, la sonrisa volvió a su rostro.
    
    -Sí Lorian, siempre ha sido mi deseo. –disimulaba muy bien y el muchacho al verle sonreír ya tenía suficiente para sentirse feliz a su vez.
    
    Cuando salimos a la calle el tiempo no había mejorado, tampoco cambiado en su sentido contrario, vamos, que seguía igual que cuando me levanté de la cama, pero las niebla que se veía abrazando los arboles había desaparecido, hacía frío a pesar de nuestra alegría, podíamos ...
    ... espantar los fantasmas con nuestra mente, para hacerlo con el frío saltábamos por las calles camino del restaurante que Lorian tenía fichado.
    
    Cogimos calor enseguida, envueltos en el agradable y cálido ambiente del local. Estaba lleno, totalmente ocupado y supuse que Lorian tenía reservada la mesa de antemano.
    
    Nos dieron de comer, ¡qué bueno!, ¡estaba todo delicioso!, y sobre todo la compañía que tenía a mis dos lados en la mesa, el asiento de enfrente estaba vacío, en mis sueños se materializó Gonzalo allí, los cuatro comiendo y disfrutando.
    
    Charlamos de todo y sobre todo, como si tuviéramos necesidad de comunicarnos nuestros últimos deseos, como un testamento hablado. Cuando trajeron la cuenta la recogió Lorian y dejó su tarjeta sobre la bandeja junto a la nota, Nico se la retiró y dejó la suya en su lugar.
    
    -Nicolás, quiero invitaros, ahora gano bastante dinero. –Nico le mira dudando.
    
    -Guarda tu tarjeta, no sabes si vas a seguir con la misma suerte. –me pareció un poco brusco el comentario.
    
    La cara de Lorian era un poema, adiviné que esta comida había sido preparada por él de antemano y era muy profunda su desilusión.
    
    -Me parece que debes dejar a Lorian que pague en esta ocasión.
    
    Dudó un momento y al fin retiro su tarjea y volvió a colocar la de Lorian para que la retirara el camarero. Quedó un poco confundió, cogí su mano apretándola con cariño, sabía que no había mala intención, al revés, todo lo contrario. Nadie podía suponer cualquiera mala intención ...