1. Las desventuras de Elena


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... te diviertas en El Club, jejeje...
    
    Eran las diez de la noche cuando en un taxi arribó a la dirección indicada.
    
    El Club, anunciaba un cartel de neón ubicado en lo alto de una puerta de madera oscura que se advertía sólida y frente a la cual se encontraba un hombre de raza negra vestido con smoking. Lo encaró con un respetuoso saludo y el hombre, luego de echarle un vistazo de arriba abajo, le franqueó la entrada indicándole que sería recibida por una camarera.
    
    Elena agradeció con una inclinación de cabeza y luego de atravesar la puerta se encontró en un pequeño y corto pasillo desde el cual podía advertirse el salón en penumbras mientras se escuchaba música suave en un volumen discreto y muy apropiado para la conversación.
    
    Allí vaciló un momento, presa de la duda ante el paso que estaba a punto de dar. "Bueno, Elena, calmate... –se dijo. Si te sentís molesta vas a poder irte cuando quieras..." –y esa idea la tranquilizó.
    
    Avanzó despacio y cuando estaba por ingresar en el salón propiamente dicho una camarera surgida desde la penumbra fue hacia ella.
    
    -Bienvenida, señora. Buenas noches. –saludó y Elena pudo ver que se trataba de una muchacha de unos veinticinco años, rubia, de pelo lacio y muy largo, que calzaba botas rojas de tacos medios y estaba cubierta apenas por un bikini de cuero de igual color que permitía apreciar las excelencias de su cuerpo.
    
    -¿Quiere seguirme, por favor? –dijo la camarera.
    
    Elena fue tras ella mientras trataba de acostumbrar sus ...
    ... ojos a la penumbra y así ambas llegaron a una mesa con tres sillas alrededor. Estaba contra la pared del fondo, un poco a la izquierda.
    
    -¿Le parece bien esta ubicación, señora? –le preguntó la camarera.
    
    -Sí, muchas gracias, está bien. –respondió y eligió la silla contra la pared, con las otras dos a su frente.
    
    -¿Qué desea beber, señora? –interrogó la chica.
    
    -Pensó un instante y dijo:
    
    -Vodka con naranja.
    
    "necesito entonarme un poco para darme valor", pensó, y la camarera marchó a cumplir con el pedido.
    
    Mientras esperaba su trago, Elena se puso a estudiar el salón, que estaba ocupado en un cincuenta por ciento, aproximadamente. Dos mesas más allá había una pareja prodigándose arrumacos. A la derecha, un hombre solo, de edad madura, que bebía parsimoniosamente. Vio también a dos mujeres jóvenes sentadas una junto a la otra que conversaban como si no les importara el resto del mundo, casi pegadas una a la otra y tomadas de la mano. Algo más allá, donde la penumbra se acentuaba por la distancia, Elena vio a dos hombres que la miraban, según creyó advertir. Desvió la vista, nerviosa, y en ese momento volvió la camarera.
    
    -Su pedido, señora. –dijo la chica, depositó el vaso de trago largo ante ella, con un servilletero, y se alejó hacia la barra ubicada a la derecha. Se acodó allí frente el barman y éste, un hombre de unos cincuenta años, calvo y algo entrado en carnes, le dijo en voz baja inclinándose hacia ella:
    
    -Con lo que eché en su bebida en media hora ...
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