Mónica y Roberto
Fecha: 11/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: TORCO, Fuente: CuentoRelatos
... hermoso, un médano con tamariscos para brindar la suficiente sombra para un día de agobiante calor. Ramiro puso dos lonas y acto seguido comenzó a pasarme bronceador. Te aseguro que sus manos son inigualables, cada vez que rozaban mi piel era una descarga eléctrica en mis sentidos.
Cuando sus manos llegaron a mis tetas, cerré mis ojos y llevé mi cabeza hacia atrás sobre sus hombros y me dejé llevar, cuando él me arranca el corpiño y comienza a sobar mis tetas. Me decía hoy vas a conocer lo que es una buena pija, vas a tomar mucha leche, te voy a hacer mi puta y vas a querer que te coja siempre. Cuando masajeó mi vagina creí morir de placer y le pedía por favor que me coja. Me hizo llegar a un orgasmo como nunca había tenido, perdóname, pero es así.
Luego fuimos al agua, estaba fría pero no me importó, una ola me tiró y él me ayudo tomándome en sus brazos y así llegamos al refugio donde me deposito en la lona y empezamos a besarnos y terminamos cogiendo. Me decía que hermoso culo que tenés, pero va a ser mío, yo te lo voy a estrenar. A todo le decía que sí. Me dijo quiero acabarte en la boca, y estaba tan caliente que me llenó de leche y la tragué por primera vez, así como hice con vos con lo que te quedaba. Te prometo que la próxima vez me va a acabar en la boca.
En ese momento entró al dormitorio nuestro viejo vecino, quien ya se había agenciado un juego completo de llaves gracias a mi mujercita. ¿Hola que bien, así me gusta verlos en la camita y me imagino después ...
... de un buen polvo? Quien contestó fue mi Mónica: ¡Si papi nos echamos uno tranqui, con chupada y todo!
Tranquilamente comenzó a desnudarse, y allí en primer plano tuve la noción de la pija de mi viejo vecino, una verdadera máquina de coger que yo calculo en erección plena de 22 cm de largo y no menos de 6 de ancho. Se sentó a nuestro lado en la cama y le partió la boca a mi mujer, quien recibió ese beso con pasión. Después dijo ahora vamos a hablar y a poner las cosas en orden. Estaba claro que el único que iba a hacerlo era él.
RAMIRO: A partir de ahora las cosas van a ser así: Tu esposa es mi mujer, vos sos el esposo y yo soy su macho, algunas veces cogeremos todos juntos y otras ella viene conmigo a coger sin importar si vos estas. ¿Claro hasta ahí?
Por supuesto que el destinatario de este monólogo era yo así que expresé que si, como una muestra palpable de mi rendición incondicional a los eventos que en el futuro cercano se sucedieran.
RAMIRO: Hoy tiene que quedar claro que no me interesa romper tu matrimonio, al contrario, creo que a partir de ahora ustedes van a funcionar en un nivel diferente al actual. Estoy seguro que en este nivel no habrá discusiones pelotudas como el otro día, porque Mónica va a estar bien cogida y atendida. Entiendo que acá no hay que buscar culpables de la situación que ustedes vivían, ninguno tuvo la experiencia para el sexo así que voy a enseñarles a ambos a darse placer.
Me preparé para lo que iba ser nuestra primera “sesión de ...