1. Cierro mis Ojos, o El Aniversario de 50 años


    Fecha: 25/08/2017, Categorías: Otras Categorías, Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... mismo por la parte trasera y mis manos atraparon los cachetes de su trasero, como si tuviera vida propia mi pene busco el contacto con el pubis de mi hermana, el glande recibió de inmediato el bautizo de la humedad que ella producía, temblé yo y tembló ella, nos sacudíamos al unísono a pesar de que el contacto era solo superficial entre mi glande y su clítoris, ella levanto una pierna, con mi mano derecha la apreté y con la izquierda deslice mi erección entre sus labios, tocaba de su clítoris hasta la parte más baja de su ranura, la humedad ya llegaba al tronco de mi herramienta y con un suave movimiento de mis caderas la penetre. Mi hermana soltó un gemido que de tan breve pareció un suspiro, con sus brazos sujetos a mi cuello me beso, nos besamos con ansia y frenesí al mismo tiempo que mis movimientos de atrás para adelante hacían cada momento más profunda la penetración, para evitar derramarme dentro lo saque.
    
    El homenaje a la pasión y al amor se derramo entre las piernas de mi hermana y en el suelo, yo no podía respirar de la agitación tan grande que tenía, mi hermana a la que casi se le doblan las piernas camino a sentarse en la cama de nuestra prima, levantaba su cabeza como mirando al cielo, su cuerpo aún se sacudía en temblores, me senté a su lado y la abrace, yo seguía desnudo y ella vestida con su camisón, empecé a besar su cuello y sus orejas, quería yo bajar por su cuerpo y besar sus senos, no pude hacerlo pues me lo impidió. –Por hoy es más que suficiente ...
    ... dijo al tiempo que se ponía de pie y camino a su cama, -Buenas noches mi amor, que descanses, gracias por hacerme feliz.
    
    No supe que contestar, la seguí y ayude a cubrirla con sus cobijas, creo que ya dormía cuando bese su frente, fui a mi cama y con los dedos comencé a juntar la humedad que aun mojaba mi herramienta, antes de limpiarme con mi toalla de manos lleve mis dedos a la boca para llenarme del sabor de mi hermana, cuando no había más sabor empecé a llorar, mis ojos expresaban así lo maravilloso de la experiencia.
    
    No puedo decir que lo repetíamos diariamente como cuando nos masturbábamos, ahora solo lo hacíamos cuando la prima no venía a dormir a casa por un paseo o por alguna fiesta, siempre lo hacíamos de pie y ella siempre con su camisón puesto, de que lo disfrutábamos no existe duda, varias ocasiones fueron donde ella apagaba la luz para la Virgen y solo así, accedía a nuestro contacto, los meses fueron pasando y se comenzaron a planear los festejos por sus quince años, con tantas actividades y yo a punto de entrar a la Universidad, no nos veíamos en todo el día, yo llegaba como siempre a besarla o acariciarla toda vez que la puerta del cuarto de nuestros padres se cerraba, hasta que un día, solo me permitió un beso y me dijo -estoy saliendo con un muchacho y creo que le debo una oportunidad y algo de fidelidad.
    
    No supe que contestar y solo volví a besarla, nuestro beso fue ardiente, cargado de pasión como cuando la penetraba, me percate de un sollozo y sus ...
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