1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (04)


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... distinguido por los materiales empleados y dispositivos modernos añadidos más tarde. Los asientos eran corridos en piel crema algo más oscura que la carrocería, con mucho espacio, podría convertirse cada asiento en una cama. Me lo mostró todo y me lo hizo tocar y sentir el delicioso tacto de todo aquello hecho por artesanos especializados.
    
    -Ahora pasa aquí para enseñarte el manejo de los pedales. -me señalaba su asiento donde había abierto las piernas dejando lugar para que me sentara entre ellas.
    
    La verdad es que accedí sin pensarlo un segundo y pasé sobre su pierna para sentarme delante de él. Pasó un brazo sobre mi abdomen para sujetarme y con la otra mano me sujetó la pierna izquierda, me la levantó para colocarme el pie sobre uno de los pedales.
    
    -Este es el embrague, aprieta fuerte, sirve para cambiar las velocidades. -al hacer fuerza me resbaló el culo sobre la tapicería de cuero y mis hombros quedaron pegados a su estómago. Me reí un poco alocado dejando escapar un grito de sorpresa mientras el dejaba que le saliera la fuerte risa.
    
    -No te preocupes, te sujetaré mejor para que no te resbales. -sujetó mis caderas tirando de mi para pegarme a su cuerpo, y me apretó con su brazo más fuerte aún que antes.
    
    -Ahora vuelve a hacerlo pero con suavidad. -así una y otra vez, según decía él para que sintiera hasta donde podía llegar el pedal, me dejaba resbalar un poco y luego me llevaba hacia él, podía sentir algo duro que apretaba en lo alto de mis nalgas cuando me ...
    ... unía a su cuerpo.
    
    Damián se adelantaba para coger la palanca de cambios al lado del volante, y en ese momento sentía su aliento muy caliente en el cuello y el roce de su cara con la mía, a veces suspiraba como si le costara respirar y en ese momento me apretaba más haciéndome notar la dureza de su entrepierna.
    
    Para ese momento yo sabía muy bien que lo que tenía pegado sobre mis nalgas era, ni más ni menos, la verga de Damián bien dura para aquel instante. No me molestaba y no sabía lo que debía hacer solo dejaba que todo pasara.
    
    Luego me cogió la pierna derecha para hacer los mismos ejercicios con el freno que se sentía más duro y difícil de llegar al final. Tenía que hacer mucho esfuerzo y no terminaba de llegar a hacer el recorrido. Entonces me iba soltando para desplazar mi cuerpo haciendo que el roce de su polla con mis nalgas fuera con movimiento más constante. Ya le sentía jadear a mi lado.
    
    -Tendré que sentarte sobre mis piernas para que sujetes el volante. -dicho y hecho, me cogió por debajo de los muslos elevándome sin sentir mi peso, cerró las piernas y me sentó encima de ellas, ahora tenía su verga debajo de mi culo y al cogerme las manos para llevarlas al volante sentía que el sudor le resbalaba.
    
    La tenía aplastada debajo de mi y no le dejaba moverse.
    
    -Maneja tu para que te vayas acostumbrando. -y mientras y daba volantazos a izquierda y derecha Damián volvió a elevarme, dejándome rozando contra él y comenzó a moverse. Yo no era un ser inocente y ...
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