1. Diario de un Prisionero IV: y todo dio un giro inesperado…


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... sacado la cubertería de plata, porque era el día más importante de nuestras vidas, yo reparé en que habían más puestos que personas (y eso que Sergio y la nana comerían con nosotros), pero te veías tan radiante ante la mesa puesta que no me importó, justo íbamos a sentarnos cuando sonó el timbre y una doméstica trajo consigo a mis padres, a Julio y a Quique; “bueno, ya está la familia completa” dijo tu madre, radiante. Mi suegrita hizo lasaña (la ocasión lo ameritaba), con lo que te comiste cinco platos y te robaste parte del mío, pero estabas tan contento que a nadie le importó. Después subiste a bañarte y es el momento que aprovecho para escribir esto, aunque ya te oigo terminar y me daré prisa para que no lo notes, o al menos no lo tomes a mal.
    
    Feliz de encontrarte y eternamente tuyo,
    
    Andrés.
    
    A San José, 28 de septiembre
    
    Mi amado Andrés,
    
    Cuando Quique me liberó ayer, no podía creerlo, porque nada más salir de ahí y verte, fue lo mejor, no me importó nada más, después de lo que ese hijueputa de Antonio me hizo, te necesitaba, necesitaba saber que me perdonabas las violaciones, el desaparecer, que todavía me amas. Y lo demostraste. Cuando salía del baño, te encontré con mi diario en la mano, me preguntaste que qué era ese libro, pero viendo que tenías un bolígrafo en la mano, supuse que habías escrito algo, así que te dije “es mi diario” y te lo arranqué de las manos, vi las dos páginas que habías escrito y pude ver que todavía me amas, que mi caballero es ...
    ... todo un héroe. Tuve que besarte, es que te amo tanto, que, si no te beso, estallo. Cuando dejé de besarte, pude ver que había algo en mi cuarto que no estaba antes: había una estantería sobre mi escritorio en la que habían cinco ositos de peluche, cada uno decía te amo en un idioma diferente (o eso pude leer en español, inglés, italiano, francés y portugués), cuando me volví a preguntarte por ellos sacaste uno de tu mochila, este venía en catalán: “T’estimo”, te besé de nuevo y me dijiste que cada uno representaba un mes en que te había hecho el hombre más feliz del mundo por dejarte amarme. Me derretí y te dije mostré la página que te había escrito durante mi “cautiverio” y la guardaste entre el diario y luego me dijiste que eso no importaba, lo importante es que nos amamos y lo demás puede irse mil veces al carajo, entonces te dije que, ya que no había podido comprarte nada, te regalaba mi cuerpo, mi vida, mi corazón y todo lo que soy. Tú, siempre tan detallista, te desnudaste, me desnudaste y nos acostamos en la cama, recostaste mi cabeza en tu pecho, de forma que me abrazabas y me hacías sentir todo tu calor, de alguna forma cubriste nuestros cuerpos con una sábana y me dijiste “ya que eres mío, te cuidaré y hoy, más que sexo, necesitas amor”. Me derretí, es la verdad, y busqué tu boca y me dejaste besarte todo lo que quise hasta que nos dormimos.
    
    Hoy el día ha sido un poco complicado, me la he pasado todo el día en los tribunales, la policía, los psicólogos, psiquiatras, ...
«12...4567»