1. Dos gemelas se la lían parda a su tío


    Fecha: 16/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... vicioso, tío. Esperó a que fuésemos mayores de edad para hacer lo que quería, y nosotras, por dos ferraris, lo complacimos en todo lo que nos pedía.
    
    -¿Qué os pedía? -pregunté, intrigado.
    
    -Lo primero fue ver cómo nos desvirgaban.
    
    -¡¿Ver?!
    
    -Sí, vendió nuestra virginidad y vio como nos desvirgaba detrás de un falso espejo.
    
    -¡Qué hijo puta!
    
    -Lo es. Pero bueno. Algún día teníamos que perderla. Nos dio 20.000 euros a cada una, y la verdad, perder la virginidad no es como dicen. No se sangra una barbaridad ni te rompen por dentro. Eso es un cuento de viejas para meter miedo. Si el que desvirga sabe lo que hace, calienta bien a la chica, y deja que sea ella la que suba y se vaya metiendo la polla a su aire, ya no es que sea doloroso, es que llega a ser tan placentero que la chica se acaba corriendo.
    
    -¿Os desvirgó a las dos el mismo hombre?
    
    -Sí, él llegó vestido de cura, nosotras estábamos vestidas de monjas.
    
    -Rarito el tipo.
    
    -Más rarito era nuestro padre. Le gustaba que nos vistiéramos de Catwoman, de Harley Quinna, de Scarlet Witch... El cabronazo era sumiso y le gustaba que le zurráramos la badana disfrazadas de villanas.
    
    -¿Vuestra madre sabía lo que se estaba cocinando?
    
    -Sabía, y con el sudor de nuestros coños se compraba joyas.
    
    -¡Qué puta!
    
    -Más que puta, alcahueta sin alma.
    
    -¿Y ahora en que trabajáis?
    
    -Cada cosa a su tiempo. Te contaba lo de mi padre.
    
    -¿Se lo acabo de contar yo, hermana?
    
    -Cuenta, Bea. Cuéntale la última vez ...
    ... con papá. Esa tiene su morbo.
    
    Bea comenzó a hablar.
    
    -En esos días ya mi hermana y yo éramos amantes. Nuestro padre, que era un cabrón y un vicioso, nos volviera viciosas a las dos... Aquella noche llegó a mi habitación y nos encontró haciendo un 69. Se sentó en un sofá, nos miró y se masturbó hasta que yo me corrí en la boca de mi hermana y ella en la mía. Él no se corriera y estaba caliente. Lo llevamos a la cama. Lo desnudamos. Hicimos que se pusiera de rodillas. Nina le puso las esposas. Tenía las manos en la espalda. Con la cabeza apoyada sobre la cama, le echó en el ojete spray anal relajante. Yo me puse un arnés con una polla de 16 centímetros, la lubriqué y le follé el culo, el cabrón, decía:
    
    -"¡Más, puta, más, más, más! ¡Dame, dame más, más, perra asquerosa!"
    
    -Le di, pero quien le dio más fuerte fue mi hermana. Le arreó con la fusta en las cachas y en las espalda, ¡¡plas, plas, plas!! Dándole, se corrió sin tener que tocar la polla para nada.
    
    -Se ve que le gustó que le dieran por culo.
    
    -¡Vaya si le gustó! Le gustó tanto que dejó a mamá por otro hombre.
    
    -¡Cooooño! ¿Y ahora de que vive tu madre?
    
    -Vive con lo que le damos nosotras. Tres mil euros al mes. Nuestro padre la había dejado bien, pero un chulo la dejó sin nada. Sin dinero, sin joyas... Suerte tuvo que nos compadeciéramos de ella.
    
    -¿Y vosotras de que trabajáis para poder darle tres mil euros al mes a Camila?
    
    Ahora sí, ahora me lo dijo:
    
    -Trabajamos de putas de lujo, tío.
    
    Me quedé ...
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