1. El machito de mami


    Fecha: 03/08/2019, Categorías: Incesto Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... caderas y me lo garché por la conchita, hasta que derramó un nuevo lechazo ahora en mi interior.
    
    Esa noche quedó todo allí, pero luego pasamos días y días garchándonos. Su mente y juventud estaban enfermando mi moral y mis principios. Pero no podía negarme a entregarle mi colita virgen cuando me lo pidió con el boletín en la mano lleno de 9s y 10s. Tampoco me negué a chuparle la pija a su mejor amigo delante de él, y a los dos juntos en mi cama con una buena peli de peteritas en celo adornando el oxígeno.
    
    Nunca supe decirle que no a mi nenito pajero. Incluso una tarde le prometí que le concedería el sueño de verme coger con sus 16 compañeritos de colegio, y se lo cumplí mientras él solo me la daba de mamar. Esa noche acabó 5 veces en mi boquita. También le dije que sí a una cama de tres con Laurita. ¡nunca había chupado una conchita así ni de ningún modo! No podía entender ni explicar mi fiebre sensorial por esos jugos incesantes y ese aroma a pipí que bien me anunció Octavio, el que evidentemente la acompaña desde niña. ¡me quería matar cuando minutos más tarde los vi coger en el sillón! Encima el morboso me hizo ponerle el forro con la boca para garcharla a troche y moche. Debo admitir que las gomas de esa lobita eran bien tersas, explosivas, delicadas y sabrosas.
    
    Cuando se lo confié todo a mi mejor amiga Diana casi me denuncia. Pero cedió a mi propuesta de chuparle la pija a mi machito juntas, después de emborracharnos una tarde de verano. Aquella vez Octavio ...
    ... fue cortés con ella y le hizo pis en las tetas como se lo reclamó luego de acabarnos 3 veces en la boca, y se empalaba mal cuando nos veía repartirnos su leche besuqueándonos.
    
    Así mi nene se hacía hombresito, poco a poco con mi sexo dispuesto a ser rescoldo en su piel. Cogíamos 4 veces a la semana, y yo estaba más insaciable cada vez. Seguí espiando sus pajas nocturnas, oliendo sus bóxers manchados de semen, soñando que siempre me despierta para que se la chupe, y apenas abro los ojos, ya está allí con su pija cargada de pasión para que mi boca la posea.
    
    Una de esas noches fue tremendo sorprenderlo con otro pibito en la cama. Esa vuelta fue nuestro último garchete, después de que me dejó ver sin privaciones cómo cada uno pajeaba al otro, cómo se olían las pijas y se rozaban los labios con ellas, cómo pronto se fregaban una contra otra, y cómo de la nada el pibe dijo:
    
    ¡haceme pis en la cola, y yo te hago el mejor pete de tu vida!
    
    Mi caballerito obedeció y el guacho le comió la pija con total desfachatez, pajeándose con la agilidad de una gacela, hasta que acabaron juntos. Siempre supieron que yo los miraba. Me juró que no es puto, pero que necesitaba probar cosas nuevas. Eso no cambió las cosas para mí, pero hace ya 6 meses que no nos revolcamos.
    
    Lo bueno es que varios púberes de su edad me visitan para enfiestarme como sé que me lo merezco por haber desvirgado a mi hijito. ¡aaah, y la chancha de Laura a veces viene a mis brazos para juguetear con nuestras tetas! ...
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