1. Me vio vestida de mujer y me rompió el culo en su camión


    Fecha: 01/09/2017, Categorías: Transexuales Autor: janet70, Fuente: SexoSinTabues

    ... gusta. En aquella misma tarde, la dueña había encargado unas bebidas alcohólicas y también gaseosas para el festejo de su cumpleaños. Todavía la gente del encargue no llegaba. Yo me encontraba viviendo mi momento más sublime de ser mujer, cuando inesperadamente, alguien golpeó la puerta. - ¿Quién es? - Pregunté - La dueña. Necesito que me hagás un favor. Esta gente de la distribuidora todavía no trae las bebidas que les encargué. - Me comentó detrás de la puerta. Mientras hablaba con ella, estaba entangada, con un vestido puesto tipo babydoll de hilo negro calado, re maquillada y usando un collar que combinaba con unos aros . Disfrutando de mi momento especial. - ¿Y qué necesita que haga? Le respondí muy fastidiosa dentro de mi habitación. - El único que tiene vehículo aquí es Lilo. Pero él no sabe donde queda la distribuidora. Quisiera que lo acompañés a traerlas de allá para que estén frescas para mañana. Acordate que Lilo no es de aquí. - Pero, ¿quién es Lilo? - Le pregunté a la dueña - ¿Pero no sabés o te hacés? Lilo es mi sobrino Lisandro. Verdad que hasta ese instante nunca había escuchado que a Lisandro le decían Lilo. Eso me pasó por estar muy aislada. - ¿Su sobrino no es camionero? Yo creo que si le da la dirección, él sabría cómo llegar. - Le respondí ce muy mal modo. - ¡Che!, ¿no hay nadie en esta pensión que me haga el favor de acompañarlo? ¡Nadie coopera aquí! Después, a la hora de la fiesta, aparecen todos para comer, beber y mover el culo para bailar. Para la ...
    ... fiesta sí están todos. - ¿Su sobrino sabe la dirección? - Le pregunté. - Si le doy la dirección, él seguro va a llegar. El problema que ya están por cerrar el negocio y no quiero que éste se tarde en buscar y termine de encuentrar el local cerrado. - Ok, me visto y voy. - No me quedó otra opción que responder que sí. - ¡Por favor! Apurate. Tiene que ser ya. Él está esperando en el camión. - Me apuraba la dueña. - ¡Ya voy! - Le respondí Lo primero que hice, fue quitarme el collar y luego mis tacones, reemplazándolos por unas ojotas. Aunque. - Dale, ¡salí que van a cerrar! - La dueña me apuraba una vez más. - Está bien, ¡ya voy! - Le contesté. - ¿Por qué te tardas tanto? ¡Apresurate por favor! ¡Qué mujer rompe kinotos! Ni los aros me pude quitar. Simplemente me puse una gorra blanca en la cabeza y por encima de todo mi cuerpo, una campera de polar muy larga, hasta las rodillas. Apenas salí de la habitación, me fui corriendo hasta la puerta del camión. - ¡¡¡Esperá!!!, que te voy a dar la dirección en este papel. - Me gritó la dueña. Me detuve y volví a donde estaba parada la mujer. - Demela por favor. - Le pedí. - ¿Por qué usás campera con este calor? Me preguntó observando algo muy raro en mi maquillado rostro. Traté de esquivarle su mirada mientras me entregaba el papel en mis manos. - Tengo frío, me está por dar fiebre. Es lo que primero se me ocurrió contestar. Instantáneamente me fui al camión, donde me esperaba el imbécil de su sobrino. Subí al camión tapándome la cara con ...
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