1. Negación - Capítulo 5


    Fecha: 08/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... rato, y no caer en tentaciones.
    
    El viernes por la noche ya me estaba volviendo loco, sentía la necesidad imperiosa de sentarme en posición fetal en una esquina y balancearme hacia adelante y atrás incesantemente hasta recibir algún mensaje de su parte que pusiera fin a la incertidumbre. Me gustaba tener el control de mi vida, y sin darme cuenta, se lo había concedido a un psicópata. Si yo no fuera un cobarde, habría actuado como un hombre, y no como una niña asustadiza. Pero sí, prefería mojarme los pantalones de miedo, a intentar librar una guerra armada con él. No me gusta la violencia física, nunca le he levantado la mano a nadie, ni nadie me ha golpeado, con excepción claro de esas nalgadas… pero era distinto – al menos de eso trataba de convencerme – me daba esos golpes con el propósito de recalcar el poder que ejercía sobre mí, mi cuerpo era suyo y él podía hacer lo que se le daba la gana con él. Yo no podía hacerle frente. Simple. Hace unas noches le bastó un segundo para tenerme a su merced, y de haberlo deseado, me habría roto la cara a golpes.
    
    Con la violencia psicológica y verbal, la cosa era diferente – y no es que yo fuera masoquista – pero, la verdad, me había acostumbrado a ser insultado y humillado. Siempre me he topado en la vida con personas que me tratan como basura. O simplemente no me tomaban en cuenta. Un ser invisible, un puesto vacío. He combatido con ellos haciéndome notar, tratando de brillar y deslumbrar en las cosas que hago, he sido ...
    ... perfeccionista como respuesta a una sociedad que me sentenció al fracaso desde el día de mi nacimiento, solo por el hecho de ser pobre. Y les enseñe con acciones a esas personas, que incluso la semilla de la mujer a la que trataban de prostituta por tener hijos de diferentes padres, podía convertirse en un árbol que opacaba sus flores por su grandeza. Creo que eso explica la razón por la que me convertí en un docente tan exigente cuando empecé el curso, ellos vieron a un niño jugando a ser profesor, y me convertí en un dictador – joven –, pero un tirano al que respetaban.
    
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    Ya estaba paranoico, le pedí a Claudia y Miguel, que me mensajearan cada una hora para asegurarme que la ausencia de mensajes – sus mensajes – no se debiera a una falla técnica o de conectividad de mi aparto celular. Me quedaba horas mirándolo el teléfono en las noches, esperando el maldito texto. Me preguntaba como un aparato electrónico tan insignificante, podía marcar tanto la vida de una persona. Y yo era adicto a la maldita cosa.
    
    No dormía bien. Pasaba horas dándome vueltas en la cama pensando en infinitos argumentos que justificaran su silencio. Lo positivo de todo era que como nunca, conseguía niveles de concentración que tenían a todos con la boca abierta.
    
    Brawny era el más contento, desde que empecé el miércoles de la semana pasada a trabajar en su grandioso-supercalifragilisticoespialidoso-proyecto-de-instrucción. Nos quedábamos trabajando en conjunto hasta alta horas de la noche. Me ...