1. Negación - Capítulo 5


    Fecha: 08/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... constaba admitirlo pero el hijo de puta era un genio en lo que hacía. El idiota tenía veintisiete años –un anciano– pero sus conocimiento profesionales como Administrador, y su título de Preparador Físico eran las claves del por qué su gimnasio, que había partido como el pequeño emprendimiento de un profesor de educación física, se estaba convirtiendo en un Centro Deportivo de excelencia, y el mejor de la ciudad. Planificaba estratégicamente todas sus acciones, cada paso, cada movimiento, era fríamente calculado. Entendía cómo los cambios de la economía nacional y mundial influían en la oferta y la demanda, y generaba acciones rápidas que contrarrestaban cualquier pérdida que pudiera afectar al gimnasio. Miguel se estaba llenando los bolsillos de dinero, incluso con un mercado en recesión. Creo que había llegado el momento de pedirle un aumento. Me encargué de la parte informática, había decido instaurar un sistema que permitiera controlar, estrictamente, el tiempo en que los militares iban a hacer uso del espacio de entrenamiento, las clases en las diferentes disciplinas a las que debían asistir, o los horarios de trabajo con los personal trainers, Cuando se concentraba, la cara de niño bueno, era reemplazada por el rostro de un hombre serio, una arruga se marcaba en su frente, y si lo miraba con detención, podía ver los engranes trabajando en su mente. Para hoy, jueves veintisiete de junio – una semana y un día después de haberlo empezado – el proyecto estaba casi listo, ...
    ... sólo quedaba afinar detalles mínimos y darle marcha blanca.
    
    Con la oficina y el proyecto avanzando a pasos agigantados, y después de días de arduo trabajo, me senté a beber un café, mientras miraba la televisión sin ver nada en realidad. Aún no recibía mensajes, pasé por todos los estadios de locura en mi búsqueda de libertad. El trabajo me absorbía, pero no lograba erradicar completamente esa voz en mi cabeza, esa promesa. Si antes dormía poco, ya no dormía nada. Había puesto nervioso a mis amigos. Pasé todo el fin de semana con Miguel trabajando, hasta que se percató de mi ansiedad. Claudia me llamaba o me mandaba mensajes cada cinco minutos, preguntándome si había alguna novedad, ella también quería que la agonía terminara luego. “Dar vuelta la página – había dicho – y escribir un capítulo nuevo”. Se acababan los tiempos del Puto.
    
    Miré el reloj mural del living, eran las once cincuenta y siete de la noche. Esperaba que mañana viernes – cuando se cumplían dos semanas desde que esperaba su respuesta – hubiera humo blanco. Comenzaba a sentir que toda la preparación psicológica que había hecho para afrontar ese momento, se estaba yendo de mis manos, era un orbe tan resbaloso que no podía sostenerlo más tiempo, antes que se precipitara al piso y se destruyera. Había trazado los planes infinitas veces. Había imaginado la situación, la había vivido en mi mente, una y otra vez. Y ahora me atentaban las dudas, y veía fallas en todas las simulaciones mentales en las que me ...