1. Verónica, una lectora que se convierte en uno de mis relatos - Parte 3


    Fecha: 05/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Por la tarde, ya estando a solas en la suite del hotel, todavía podía respirar el olor del perfume de Verónica. Sé que esto me pasa cuando realmente me ha gustado una chica y quedo con esas ansias juveniles que el siguiente día llegue pronto. Doy un vistazo al baño y puedo ver las toallas con evidencia de mi semen mezclado con los jugos vaginales y aquel rasgo de sangre cuando le limpié la panochita y posteriormente el rico culo de Verónica. Me sorprende que esta linda y pequeña muñequita no se haya quejado mas del dolor al ser penetrada por primera vez por ambos orificios y especialmente el de su ano, pues en mi experiencia de 49 años y las mas de 80 mujeres que me he cogido, Verónica sin lugar a dudas es la mas pequeña y la más apretada de todas. Hizo gestos de dolor, pero al final parecía que el placer que experimento compensaba todo.
    
    Me fui al gimnasio del hotel a levantar pesas y de esa manera dejar de idealizar aquel momento, pues tenía ese juvenil sentimiento que le da a un viejo como yo, la posibilidad de vivir como pareja con esta linda chica, pues de alguna manera lo hablamos hipotéticamente. Como la ardua rutina de levantar pesas por 40 minutos no me alejaban a Verónica del pensamiento, me fui a correr por la playa, con la intensión de borrar su imagen, pero sabía que a la vez me preparaba para el maratón sexual del siguiente día. Si… me había echado tres ricos polvos con Verónica en el día, pero una de las cosas que he descubierto con el ejercicio, es que me ...
    ... da un vigor no solamente físico pero también mental y puedo dormir plácidamente toda la noche. Eso fue lo que ocurrió aquella noche, después de un par de copas de vino, sucumbí al ver la cama y el martes me despertaba a las cinco de la mañana.
    
    Descubrí que Verónica me había enviado varios textos diciendo que estaría en el restaurante del hotel para el desayuno, que su amiga Lizbeth estaba de acuerdo en conocerme y que tomaría desayuno con nosotros, pero debido a que su madre es enfermera registrada y trabaja por 12 horas consecutivas después de las cinco de la tarde, que por la mañana no podría quedarse mucho tiempo, pero si yo estaba de acuerdo, ella vendría después de las 5 de la tarde. De esta manera imagine que el maratón sexual seria mucho mas demandante y me mentalicé para de esta manera complacer a dos chicas jóvenes, cuya vitalidad sexual solamente se pueden superar con la experiencia que me han dado mis años.
    
    Estoy en el restaurante como el día anterior, en esa espera que siempre me llena de ansiedad y con un nerviosismo que parezco un jovenzuelo en su primera experiencia. He visto las fotos de Lizbeth, y parece ser una chica guapa, algo flaca y obviamente más alta que Verónica, quien parece idealizar a su amiga, pues creo que entre las dos, Lizbeth parece ser el alfa, aunque me parece que es mucho más bonica Verónica.
    
    Las veo llegar a las dos. Verónica viste una minifalda azul de tela de mezclilla y una blusa de un color de un tierno durazno. Lizbeth viene ...
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