Verónica, una lectora que se convierte en uno de mis relatos - Parte 3
Fecha: 05/09/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... tenido compasión de mi culito!
Mientras decía aquello, me daba esa mirada picara llena de excitación y a la vez, contraía sus músculos en su ano al igual que habíamos hecho el día anterior cuando en una posición similar, le desvirgaba su panochita. Esta vez aquellas contracciones se extendieron por unos breves minutos y Verónica comenzó con ese ritmo del vaivén, sentándose en mi verga y esta vez, era ella la que tenía el control del ritmo y yo aunque excitado, de alguna manera quería captar la imagen con su celular, especialmente cuando verónica elevaba el ritmo y volvía con sus plegarias de connotaciones religiosas:¡Dios mío que delicia! Por amor de Dios, dame más duro. Y en el génesis de su cuarto orgasmo de Verónica, donde los gemidos eran despavoridos con las notas diciendo: Cógeme, dame duro, párteme el culo… La batería del celular se agotó y me dio la libertad esta vez de moverme violentamente y hundirle con gran fuerza mi verga, con quien me volvía a unir en esa sensación y explosión de un nuevo orgasmo. Se sacudió enormemente y supe que experimentaba una súper nova de orgasmo. No le deje de taladrar su rico culo, hasta que ella con señas me pidió que cesara.
Me miró con una sonrisa sorpresiva, pues mi verga seguía erecta y potente, y a lo que de nuevo me preguntaba si no me podía ir. Le contesto que simplemente la estoy disfrutando y que quiero experimentar una posición que nunca había experimentado antes. Parece que ...
... eso le atrae y ella está dispuesta a complacerme, pues creo que ha saboreado orgasmos de todas las magnitudes y de todos sentidos. Le digo que pasemos al baño a darnos una ducha y que quiero que me siga dando ese rico culo mientras nos bañamos.
Abro el grifo para regular el agua, Verónica comienza de nuevo con sus besos y luego la agarro por debajo de sus piernas y la elevo al nivel de mi abdomen. Ella intuyendo lo que quiero, flexiona sus músculos y encorva su cuerpo hacia atrás, y como Verónica es pequeña y de menos de 110 libras, aquella maniobra es ligera y fácil de conllevar con esta niña. Su culo está al nivel de mi verga y con ella quien me abraza con sus piernas, la sostengo y con su culo ya bien dilatado y bien abierto, mi verga se vuelve a sumir en esa posición que nunca en mi vida había experimentado. Es tan grande el morbo y la excitación, que se que me voy a venir y taladro ese rico culito hasta que Verónica se que puede ver mis ojos cerrarse de excitación y a la vez sentir esa corriente caliente que le cae adentro de su delicioso orificio. Ella lo siente y me besa los pectorales, haciendo más deliciosa aquella eyaculación.
Nos terminamos de bañar, nos secamos y observo que el culo de Verónica tiene un leve sangrado, se mira irritado, pero en broma le pregunto si me lo daría otra vez, y ella me vuelve a repetir lo que me ha dicho horas antes: Es todo tuyo, cógelo cuando tu lo desees.
Continua
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