1. NUEVAS SENSACIONES 5 (EL SABOR DEL INCESTO)


    Fecha: 29/09/2019, Categorías: Incesto Autor: efeso, Fuente: RelatosEróticos

    ... cueva, que pedía a gritos ser llenada hasta el fondo. Al contacto de mi verga ella se estremeció, y movió sus caderas para alinearse y facilitar la penetración. Su entrada vaginal se estiró al máximo. Hice un poco de presión y ella apretó los ojos y las manos sobre mis caderas, la punta de mi pene se deslizo adentro, aguarde un minuto y cuando vi que ella se relajo, hice un poco mas de presión, sentí la estrechez de su vagina alrededor de mi pene y ella abrió de mas sus ojos y su boca, ahogando un grito, mezcla dolor y mezcla placer, hice hacia atrás mis caderas y casi me salí por completo, sintiendo el roce de sus paredes internas, jale aire y repetí la acción, deslizado delicadamente pero firme mi verga hacia dentro, la cual entro hasta la mitad, topándose con un obstáculo, nuevamente aguarde unos segundos, nuestras respiraciones eran bastante agitadas, y comencé un rítmico mete y saca sin ir más allá del tope que me había encontrado en el camino, ella poco a poco se adapto a mis embestidas y me jalaba de mis nalgas para entrar cada vez más profundo en su sexo, en una de esas, me jalo con tal fuerza que mi pene se hundió hasta lo más hondo de su ser, arrancándole un gemido que la llevo nuevamente al orgasmo, mis huevos chocaron son sus nalgas y alrededor de mi pene sentía una fuerte presión que ejercía su estrecha vulva. No quería moverme, me sentía en la gloria, mi pene podía rozar el fondo de su vagina, sentía como una pared me impedía llegar mas allá, levante mi cara y ...
    ... vi que una lagrima salía de sus ojos, nos abrazamos fuertemente sin dejar que nuestros sexos se separaran y me bebí esas lagrimas que me brindaba por ser el primer hombre en su vida, pasamos 2 o tres minutos entrelazados, sin dar indicios de movernos, ya que sabíamos que al hacerlo, ese momento tan romántico y sensual se transformaría en instantes de pasión, lujuria y frenesí. Ella me beso, y aprovecho para acomodarse, a lo que yo hice lo mismo, saliéndome un poco de su conchita, volví a darle otro empellón y ella puso sus ojitos en blanco, lanzando un ligero quejido de gozo, repetí la acción y ella reacciono de la misma manera, mis bombeos empezaron a aumentar metiendo y sacando ya con facilidad mi potente pene que taladraba esa estrecha vaginita por primera vez, arrancándole grititos sensuales, poco a poco mis arremetidas eran tales que ella levanto las piernas, como invitándome a penetrarla lo más hondo que pudiera, así lo hice, colocando sus pantorrillas en mis hombros mis embestidas se volvieron salvajes y profundas hacienda aullar en cada empujón proporcionado, en la posición en que estaba, la pasión me dominaba al ver como mi pene entraba y salía de esa cueva de placer que emanaba una gran cantidad de jugos mezclados con una pequeña cantidad de sangre, prueba fehaciente de la virtud recién rota, mi prima ya no jadeaba, bramaba de placer tocándose su clítoris con sus deditos y jalando de vez en cuando sus pezones, mientras yo entre arremetida y empujón, besaba y lamia ...
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