-
Cuando hace frío, los amigos siempre están ahí para cuidarse
Fecha: 11/11/2019, Categorías: Gays Autor: Marcosol124, Fuente: CuentoRelatos
... Pedro se separó, ahora en busca de Jose. Tengo que admitir que aquella escena me excitaba más de lo que hubiera pensado. Ver a mis dos mejores amigos besarse entre ellos hizo que en mi se despertara un deseo que no tenía ni idea de que existía. Ahora quería más. Por lo que mientras ellos seguían con sus besos comencé a quitarles lentamente las camisas. Primero comencé con Pedro. Mientras iba subiendo su camisa mis manos iban rozando su piel, lo que me dio unos leves y reconfortantes escalofríos. Cuando la levanté hasta sus hombros Pedro y Jose tuvieron que dejar de besarse para poderla quitar bien. Momento que Jose aprovechó para buscar nuevamente mis labios. Ahora le tocaba a Pedro escoger quién sería el siguiente en no tener camisa. Él comenzó a quitarle la camisa a Jose, aunque no lo hizo muy deprisa, dejándome a mí disfrutar un poco más de aquello. Cuando por fin llegó el momento en que nuestros labios se separaron yo busqué rápidamente los de Pedro, esta vez dejando que Jose quitara la única camisa que quedaba, la mía. Ahora los tres sin camisa me habían vuelto a tocar ser el que se quedara sin besos. Pero ver sus pieles un poco morenas, casi del mismo tono, salvo que la de Pedro un poco más clara me excitaba bastante. Yo, de los tres, era el que tenía la piel más blanca, se podría decir que ellos eran morenos, pero en mi había que decir que yo era blanco tirando a moreno, ya que entre estos dos tonos hay mucha diferencia. Pedro era el más alto de los tres, ...
... aunque no somos muy altos, tampoco somos bajos, a excepción de Jose, a quien yo le sacaba poco más de una frente. Pedro me sacaba unos dos centímetros. Ahora, los tres estábamos allí tirados sobre los sillones, con no más iluminación que la de una lámpara de luz amarilla que se encontraba a varios metros, por lo que La Luz llegaba un poco tenue. Aunque esta era ideal para poder apreciar perfectamente aquella situación, el la que el resto de la habitación quedaba un poco más oscura que nuestros cuerpos, los cuales se podían ver perfectamente. Yo no me quise quedar fuera de aquella situación por mucho tiempo, por lo que decidí dar el siguiente paso en nuestro experimento. Por un momento no supe si debía hacer primero en mí o en uno de ellos. Pero antes de que me pusiera a pensar por mucho tiempo mi cuerpo actuó antes de que se lo ordenara. Poniendo ambas manos sombre el hombro izquierdo de Pedro comencé a bajarlas lentamente pasando por todo su pecho, hasta llegar a la cintura de su pantaloneta. Moví un poco mi mano izquierda para que quedara del lado opuesto a la derecha. Y comencé a bajar su pantaloneta. Cuando se la quité por completo volví a subir y vi a través de su apretado bóxer cómo su pene estaba bastante excitado. Antes de bajar también su bóxer comencé a jugar un poco con su pene por encima de la ropa interior. Pero sentía mucha curiosidad, por lo que este juego no duró mucho antes de que decidiera bajarle el bóxer también. Esta vez cuando volví a ver, después de ...